Empezamos otro nuevo día. La niña ha dormido hoy mejor, aunque sigue con mocos. Bajamos a la playa y jugamos en el agua con un flotador y luego con las olas. No ha sido mucho rato porque la niña tiene frío y nos vamos a las sillas. Mientras tanto vuelve Tere del Paseo. A lo largo de la mañana va aumentando el viento y al final es realmente molesto. Subimos a casa y la niña no quiere ir a la piscina, signo claro que indica que está cansada. Por contra, se come el filete más grande como una campeona. La pena es que no pruebe la ensalada ni el gazpacho que había para acompañarlo. Encima se come los dulces de las monjas que compramos ayer.
De tarde nos tumbados un rato muy grande a modo de siesta (Tere sí la duerme) y luego nos vamos a la playa. Nos bañados mucho rato porque las olas están increíbles. Después se dan Aitana y Tere un señor paseo.
Para cenar vamos a nuestro restaurante habitual y comemos media ración de frutos y verdura a la plancha. Muy rico todo. La niña tiene frío y Tere trae una manta del coche que luego no se quiere poner. Por casualidad paramos donde los helados al volver, también es suerte que salga un coche justo delante y que no haya nadie (en cuanto compramos el helado llega y llega gente hasta hacer cola por la acera).
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