Libros del verano 2019. Novena parte

Donna León "Mareas altas"
Otro libro del comisario Brunetti. Está bien, pero no es nada del otro mundo.
A semejanza de los libros del comisario Montalbano es breve, pero le falta la crítica social, la socarronería y el humor que destilan éstos en cada línea.
La historia es sencilla y lo más atractivo es conocer la vida en las islas de la laguna de Venecia. Esto es lo más atrayente, puesto que la profundización en la vida del comisario no avanza excesivamente.
Algo original es el comienzo con esa simulación que le obliga a solicitar la baja. Lo demás es mucho más ordinario y previsible.
Una buena novela para una tarde de verano, pero poco más.

Libros del verano 2019. Séptima parte

Robert Young "Hijos de la Stasi"
Buen libro. Intenta reflejar el ambiente opresivo de la Alemania Oriental de la Guerra Fría. La verdad es que lo consigue bastante bien a base de explicarnos las grandes dificultades que tienen, incluso los policías, para desplazarse fuera de Berlín, para interrogar a una persona, para conseguir un coche, ... Incluso vemos cómo se detiene a una persona por intereses políticos, se la tortura y se la fusila sin ningún conflicto moral. Además se ve el miedo de toda la población para hablar aunque sea de lo más trivial. Hasta tal punto llegó el espionaje sistemático de la dictadura Comunista sobre la población.
Sin embargo, vemos cómo la élite del partido predica en cabeza ajena, mientras ellos viven en la opulencia y se mueven con total libertad e impunidad allá por donde quieren.
La novela aprovecha esas premisas para desgranar la investigación de un asesinato. Un crimen que se desvela como una venganza entre niños torturados por el sistema de manera cruel e inhumana, hasta límites insospechados. En el cuál están implicados altos cargos del ministerio de Educación y de la Stasi.
Está muy bien y te hace pensar en todo lo que sucedió tras el telón de acero durante décadas en las que el Comunismo gobernó en esos países, lo que siempre ha sido el Socialismo: control físico y mental, dictadura, corrupción, nepotismo, asesinatos en masa, torturas, desconfianza, ignominia h falta total de libertad.

Libros del verano 2019. Octava parte

Tony Hillerman "Los espíritus del aire"
Otro gran libro. Me encantan los libros de este autor ambientados en la Gran Reserva Navaja". Novelas de misterio, policiacas o negras. Se podrían clasificar como queramos. La ambientación les añade ese toque de originalidad que las distingue. El que los detectives principales sean dos indios en conflicto con sus tradiciones, aunque cada uno desde un punto de vista distinto, la trae a la más rabiosa actualidad, aunque sean de los años 70 y 80 del pasado siglo.
La novela en concreto trata de una serie de asesinatos aparentemente inconexos que se desvelan como relacionados a lo largo de la historia. El final que trae consigo un conflicto de intereses económicos se antoja real como la vida misma. Pero el toque de distinción lo traen las tradiciones indias en las que nadie quiere creer, pero que todos respetan, "por si acaso". Si encima de utilizan como a cada uno le interesan se hace una mezcla de lo más interesante.
Las grandes llanuras, el desierto, la falta de agua, la soledad, ... Todo reflejado en cada página de otra historia corta que se lee como un torpedo, rapidísima. Sin dejar, por ello, de respetar los tiempos de la historia. Está se desarrolla a lo largo de varios días porque cada día da para pocas cosas en una naturaleza que hace que las distancias se conviertan en infinitas y cada conversación lleve un día de viaje por las carreteras llenas de polvo y baches de la reserva.
Una delicia

Libros del verano 2019. Cuarta parte

Erika Fatland " Sovietistán"
Un libro sobre un viaje a los 5 países surgidos en Asia Central tras la descomposición de la Unión Soviética. Es viaje, 25 años después de la independencia, intenta analizar cómo se ha desarrollado este proceso y cuál es el resultado.
Analizando país a país, viajando por ellos, hablando con la gente, viendo las infraestructuras, ... Todo lleva a un resumen muy claro: los presidentes de las Repúblicas Soviéticas y del Partido Comunista se quedaron en el poder aprovechándose de la situación a su favor. Encima, mientras eran los líderes de la República tenían el freno del poder superior en Moscú, ahora ya nada les frena.
En Turkmenistán el presidente se convirtiò en un loco que se consideraba por encima del bien y el mal y se saltó todas las leyes, incluso las que se crearon durante su mandato, para gobernar sólo y exclusivamente para su beneficio. Encima obligó a los ciudadanos a rendirle culto a su persona. A su muerte en el cargo le sucedió otro dictador de medio pelo acomplejado que, precisamente por eso, intenta reeditar el culto a su persona. Encima el país tiene unas inmensas reservas de gas que no repercuten en el pueblo, si no en la fortuna del presidente. La situación es nefasta y nada anuncia a ir a mejor.
En Kazajistán sigue en el poder el dictador que se aupó a él como líder de la independencia, aún cuando se negó a ella todo lo que pudo desde la presidencia de la República. Sin embargo la situación para el pueblo parece menos agobiante porque mientras no se critique al presidente en público, se respeta la libertad individual. Amparado en una reservas energéticas gigántescas, el país va bien económicamente y por eso la gente no se queja. El futuro puede ser positivo, aunque el tránsito a la democracia se antoja complejo.
Tayiquistán no ha mantenido al mandatario del partido Comunista en el poder porque su independencia dió paso a una guerra civil. El ganador de ella sí que se ha convertido en dictador. El problema de este país, sin embargo, es la pobreza, por lo que no afecta la dictadura en las personas, serían pobres igualmente.
Kirguizistán es el único país que ha tenido no una, si no dos revueltas, par conseguir un régimen democrático. Por ese lado, bien. Aquí el problema radica precisamente en el descontrol de vida de la gente, la falta de policía para controlar la convivencia, ... Encima estamos ante un país pobre.
Uzbequistán, el más conocido en el exterior, es la dictadura más férrea. Sin el culto al líder de otras, la existencia de una policía secreta al estilo soviético, la imposibilidad de movimientos de la población y la corrupción de la familia dirigente, ahuguran y difícil futuro. Veremos en que queda.
Otros análisis, como la situación del mar de Aral, los devenires históricos de la zona y la relación con las potencias vecinas completan un buen libro.

Libros del verano 2019. Tercera parte

David Meseguer y Karlos Zurituza "Respirando fuego"
Una historia compuesta de las historias de dos periodistas en su contacto con los kurdos. Cada uno de ellos hace diferentes viajes a cada una de las cuatro partes del territorio de este pueblo: Turquía, Irán, Iraq y Siria. Es un relato periodístico en el que hablan con la gente y describen situaciones cotidianas de una realidad de guerra y opresión, según en qué territorios.
El libro está bien y es entretenido, aunque al final se hace un poco largo porque la realidad, aunque mala, es siempre la misma. Llega un momento en que ya no se tiene capacidad de sobrecogerse más con la situaciones. En todos los casos son malas y se repiten con demasiada precisión.
Bien, pero sin ser una maravilla por la falta de calidad en el texto. Al final es una sucesión de experiencias sin más. Luego se queda sólo en un relato periodístico.