jueves, 30 de agosto de 2018

Vacaciones del verano 2018. Sextuagésimo. Sextuagésimo primero y sextuagésimo segundo días

Nos quedamos en León. Por la mañana Maritere se va a la fisio y Aitana y yo a la piscina. Por la tarde nos vamos todos juntos a la piscina. Aitana juega en los columpios y las bolas y nosotros cenamos bocadillos en el Recreo.
El martes tenemos la revisión de la niña y yo tengo que ir a la dirección provincial a hablar con inspección. Después recibimos a los abuelos en la terraza. Encima tengo que arreglar el tríptico por enésima vez. Por la tarde hay tormenta y nos vamos a Carrefour para que juegue en el parque infantil. A la vuelta a casa lavamos el coche.
El miércoles acabo de pintar techo y paredes de la terraza y luego nos vamos a la piscina. Tere se va a la peluquería. De tarde nos vamos a Canalejas y comemos un helado en el Oasis.

miércoles, 29 de agosto de 2018

Vacaciones del verano 2018. Quincuagésimo noveno día

Hoy hemos madrugado menos. Aún así después de desayunar la mañana es lo suficientemente larga para hacer una ruta de cinco kilómetros hasta el Castro celta.
La primera parte de la ruta ya la había os hecho hace dos años cuando estuvimos aquí. Después de pasar el mirador se indica la única parte dura, con una subida importante hasta que nos unimos al camino principal que viene del aparcamiento. A partir de ahí la ruta va por un camino bien trazado con muros de roca a los lados y totalmente cubierto de árboles que refrescan el trayecto. Después de pasar una pequeña cascada salimos de los árboles y nos encontramos encima de una roca enorme que se inclina hacia el río (parece la roca final de la película "El último Móhicano"). Aquí nos damos cuenta todo lo que hemos subido desde el río. Ya vemos el Castro y en lo más alto nos sentamos a descansar.
Aunque parezca increíble, el camino de vuelta se hace mucho más corto.
Llegados al coche nos ponemos el bañador y al río, en la playa fluvial de Lubián.
Nos vamos a comer a La Gudiña en una área de servicio muy bonita porque tiene una pared entera que es una cristalera al valle. Por el camino vemos un incendio, que parece provocado por una colilla, y la cantidad de medios que tiene que haber para sofocarlo. Mini se pone a hablar con dos militares que están comiendo y les saca una bandera de España.
Después de comer volvemos al pueblo y nos despedimos de la madre de Zulema para irnos a casa.
Todavía al llegar a León tiene tiempo Tere de quedar con Electa que está estos días por aquí arreglando cosas de sus padres.
Un fin de semana bien aprovechado.

lunes, 27 de agosto de 2018

Vacaciones del verano 2018. Quincuagésimo octavo día

Nos levantamos descansados y contentos porque hemos dormido bien. Quizás Tere un poco peor porque se desveló a media noche por el calor.
Desayunamos con Zulema, que había dormido en casa de su madre y nos vamos a Verín.
Paseamos por el balneario de "Cabreiroá" y entramos en el kiosko dónde dan a probar el agua. Huele a huevos podridos pero sabe a agua con gas y no sabe mal.
Después nos damos un paseo por el pueblo y tomamos un ribeiro con pulpo en una pulpería. Al salir, todavía se las arregla Aitana para jugar un momento en los columpios.
Nos vamos a Chaves y comemos en un sitio que nos recomienda un primo de Zulema. Unas raciones (media) de bacalao que sin impresionantemente grandes. Al salir subimos al castillo y vemos la plaza, el ayuntamiento, la iglesia, ... Terminamos baja do al balneario a beber el agua. Aquí no es carbonatada como en Verín, pero es caliente, a 70°.
Al salir volvemos a España y vamos a Hermesinde a tumbarnos al borde del río en esa pradera tan bonita que hay al lado del puente medieval. Aitana incluso se baña en la presita que han hecho.
Terminamos el día en la plaza del pueblo tomando unas latas de cerveza del bar mientras Aitana juega mucho rato en los columpios.
Al volver a casa cenamos de picoteo y yo me voy a la cama mientras Tere y Zulema se dan un paseo por el pueblo

viernes, 24 de agosto de 2018

Vacaciones del verano 2018. Quincuagésimo séptimo día

Hoy nos hemos ido de excursión a Puebla de Sanabria.
Al llegar al lago nos ha sorprendido que no estuviera lleno, incluso hemos podido aparcar al lado del agua. Le ponemos el bañador a Aitana y al agua. Cómo no había estado nunca en un lago se ha sentido un poco desorientada y no se atreve a entrae. Así que me pongo el bañador y me baño con ella. Increíble, un lago glaciar y el agua está calentita. Jugamos con las piedras, a ver peces, a nadar hasta las boyas, a hacer pasteles de arena, ... En fin, dos horas después terminamos saliendo del agua porque se ha levantado algo de aire y el cuerpo se queda frío en cuanto sale del agua.
Nos vamos a comer a Ribadelago y la verdad es que muy bien. La carne expléndida y el postre esquisito.
Después paramos en El Puente y compramos un regalo a Zulema en una feria medieval.
Llegamos a Lubian y nos vamos al supermercado y al bar a tomar una cerveza.
Cenamos en casa.

jueves, 23 de agosto de 2018

Vacaciones del verano 2018. Quincuagésimo sexto día

Día en León. Por la mañana limpio los baños mientras Aitana ve una película. Después nos vamos a la piscina hasta las 3.
Después de comer Aitana juega mientras descansamos un rato. La llama Elena y los dos gemelos de su clase (Carlos y César).
Nos vamos al parque y estamos un par de horas en el CCC con Benigno y Ramiro (que se va a Lituania). Después estamos otro rato con Celia y su madre Esperanza.
De noche subo las maletas para la excursión de mañana.

miércoles, 22 de agosto de 2018

Vacaciones del verano 2018. Quincuagédimo quinto día

Hoy toca Valladolid.
Nos levantamos, desayunamos, nos vestimos y nos vamos.
El trozo de autopista hasta Santas Martas hace que el viaje dure 10 minutos menos y parece que llegas a Valladolid en un periquete.
Otro gallo es encontrar el médico de Ana. Una vez allí resulta que la consulta dura diez minutos, así que nos vamos sin más hasta Olmedo. El pueblo es pequeñito y comemos en un asador típico (pese a las buenas opiniones de TripAdvisor, no muy bien). Tras finalizar la comida Ana le hace sus regalos, un peluche de un caballo y el chándal de lady bug.
Después vemos la plaza mayor y tomamos un café en un bar de ella. Desde allí nos vamos al palacio del caballero de Olmedo y no entramos (la chica nos reconoce que ni siquiera es un palacio tradicional del pueblo, que es una casona habilitada donde se ven 7 habitaciones con sendos vídeos representando la famosa obra).
Para ver el parque Mudéjar aparcamos en el extraordinario balneario y cruzamos por un expectacular puente sobre la carretera. Una vez dentro descubrimos unas maquetas preciosas de las principales construcciones del Mudéjar de Castilla y León. Incluso en los dos castillos, Coca y Medina del Campo, se puede entrar. Además hay una maqueta de tren gigantesca que recorre todo el parque con estaciones como las de los pueblos de la comunidad. Muy bien.
Desde allí volvemos a Valladolid para terminar, como siempre, en Primark y la niña en el parque de bolas.
Después de dejar a Ana nos vamos a cenar a Medina de Rioseco. Hay bastante ambiente por las calles, se nota el pasado de la villa y los restos todavía están vivos. En recuerdo a papá ceno morro y mollejas.
De allí a casa con Aitana durmiendo en el coche, un paseo.

Vacaciones del verano 2018. Quincuagésimo primer, segundo, tercer y cuarto días

Sábado por la mañana y nos vamos a Canalejas. Decidimos ir al Corte Inglés a comprar el uniforme de la niña aprovechando  que es muy pronto y todavía no faltará nada y no habrá cola. Entre unas cosas y otras llegamos a la hora de comer. Tarde de tranquilidad absoluta sólo truncada por la visita del cura y las campanas de la misa a la que se van Rosa y Alfonso. Por la noche Aitana monta un espectáculo para sacar el diente. Cosa que al final no ocurre. Para dormir se tiene que tumbar alguien en la cama con ella, y nos ocurre todos los días de Canalejas.
Al levantarme el domingo no puedo aguantar el dolor de oídos que me ha empezado por la noche y tomo un Paracetamol de la abuela. Mañana de misa, con todo el ritual habitual de este familia. Después de comer y la siesta, Maritere y yo nos vamos a León a coger mis medicinas y a coger los regalos de Aitana y comprar alguna cosa en Carrefour. Después a cenar al pueblo y fiesta del diente otra vez que termina igual, el diente sin sacar y yo durmiendo con ella.
El lunes se plantea como día de reposo absoluto con mini jugando con todos y pendiente de la celebración de mañana.
Martes. Día de celebrar el cumple de Aitana. A media mañana llaman al timbre y aparece Elsa de Frozen. Se queda de piedra, por el tamaño de la muñeca y por la magia de la llamada. En la comida, después de la tarta aparecen todos los regalos: casitas de pin y pon, corona, libros, guitarra, micrófono, pinturas, bolso, cartas, maletín, ... Se pone como loca y nos da una tarde de guitarreo que parece la gran fiesta.
Para terminar el día nos vamos a Veneros a ver al primo de Maritere. Por el camino los tíos se pierden, pero al final llegan. Después de estar con él, charlar un rato y ver los conejos nos vamos a dormir a León.
Todavía antes de dormir tengo que grabar un disco con vídeos para Ana, así que aprovecho para ver la última película de Jim Sheridan "La carta secreta" que impacta bastante.

Vacaciones del verano 2018. Cuadragésimo octavo y noveno días. Quincuagésimo día

Días de piscina a lo loco.
Por la tarde tomamos unas cervezas en el bar del recreo con Juan y Marta. Muy bien. Nos comentan que están a régimen, él para adelgazar y ella para dejar de fumar y que se van todos los días a andar .le tras dejan a los niños en el recreo.
Mini disfruta del parque y las bolas como una campeona.
El jueves yo recojo los análisis del médico y parece que todo sigue bien. Después estamos con los abuelos y parece que todo toma el camino correcto. A mediodía Maritere va a la masajista por lo del pie (parece que le sienta bien).
El viernes decidimos volver unos días a Canalejas a partir del sábado.

Vacaciones del verano 2018. Cuadragésimo séptimo día

Hoy hemos ido al Recreo por la mañana y por la tarde. Mini se ha bañado hasta reventar.
La novedad es que por la tarde había una fiesta con bollos preñaos y cerveza que nos hemos comido Tere y yo mientras la niña jugaba en el parque.
Después la niña se ha ido a las bolas y nos hemos quedado hasta tarde porque aprovechamos a tomar las sopas de ajo (un poco picantes, muy ricas). Con las sopas nos han regalado los dos platos de cerámica y dos cucharas de madera que nos vienen de maravilla para la cocina.
Buen día

martes, 21 de agosto de 2018

Vacaciones del verano 2018. Cuadragésimo segundo, tercer, cuarto, quinto y sexto días

Días de piscina a lo loco.
Por la mañanas mini y yo nos vamos al Recreo y se baña jugando conmigo a lo loco. Todos los días aprovecho para darme un jacuzzi sin prisas. Varios días me encuentro tel con Alfredo y charlamos un rato.
Por las tardes nos vamos los tres al Recreo y mini se baña jugando con amiguitos. Después todos los días nos vamos a los columpios y a tomar algo. Bien.
Algún días nos encontramos con Marta y Juan. Luis y tomamos algo jintos, la verdad es que sin gente maja y se está bien con ellos.
Por las mañanas aprovecho para limpiar la casa y los cristales de la terraza hasta la hora de ir a la piscina.

Vacaciones del verano 2018. Cuadragésimo primer día

Dís complicado.
Nos levantamos pronto por la mañana y vamos a León. Yo a hacer lo de Luisa y Maritere a la peluquería.
A la vuelta decidimos que ya llevamos mucho en Canalejas y volvemos a León, pero está vez con Aitana.
Terminamos la tarde en el parque donde nos encontramos con. Celia que venía de la piscina y lo pasan las dos en grande.

lunes, 20 de agosto de 2018

Vacaciones del verano 2018. Cuadragésimo día

Valladolid.
Nos vamos a ver a Ana hasta Valladolid.
Nada más llegar corriendo a la consulta que para poder acompañarla hemos venido hoy. Fallo, se equivocó de día y no tenía.
Por no variar nos vamos al centro comercial y mini disfruta del resto de la mañana en la guardería de Ikea. Después comemos allí (Ana pide varios platos, postre y coca cola, que luego no come ni bebé) mientras nosotros pedimos nuestras albóndigas habituales. Allí mismo Aitana se pone a jugar en el parque infantil del comedor y, rápidamente, hace amigos para estar jugando una hora y media. A la mitad de la cual Ana y Maritere se van al Primark.
Después nos vamos al juego de las bolas dos horas, durante las cuales voy a Leroy Merlín a comprar un grifo para sustituir el del baño grande que gotea. Además cojo el ordenador y mando los correos del sindicato después de hablar con Paco para que lo ponga en la web.
Después llevamos Ana a casa y nos volvemos a Canalejas. Que ya son las ocho y media

Vacaciones del verano 2018. Trigésimo noveno día

Vuelta a Canalejas. Fiesta de El Salvador.
A primera hora de la mañana cogemos el coche y partimos de vuelta al pueblo. Decidimos volver por el camino del norte y la verdad es que se disfruta mucho, porque no hace calor, por el paisaje, por la carretera, por todo en general.
Tras pasar Aguilar nos fijamos los campos con cereal y comentamos que nos parece increíble que lo haya tan al norte, pero lo cierto es que lo hay.
Los pueblos, hace años tan vivos, con la minería, se ven ahora poco menos que abandonados. Es una pena reconocer que ya no vienen ni veraneantes.
De nuevo paramos en Cervera a comprar dulces. Comienzo de una travesía en la que disfrutamos más que nunca de la carretera porque nos encontramos dos tractores con remolques de paja y tardamos muchos kilómetros en poder adelantarlos.
Tras pasar por Guardo paramos en Puente Almuey a comprar Donuts. Cosa curiosa, la panadera no nos los quiere vender porque están reservados para los clientes habituales.
Llegados a Canalejas, a toda velocidad, cambio de ropa, acicalarnos y a la misa del Patrón, con procesión italiana digna de grabar y ver en la mejor historia de Sicilia.
Cómo buena fiesta, terminamos comiendo opíparamente y timbándonos toda la tarde a descansar.
Mañana será otro día.

Libros del verano 2018. Decimo sexta parte

Gregory Benford "El temor de la Fundación" - Segunda trilogía de la fundación 1
Me encantaron los libros de la fundación, pero éste no me enganchó en ningún momento y, al final, lo dejé.

Libros del verano 2018. Décimo cuarta parte

María Oruña "un lugar a donde ir"
Me gustó esta autora y por eso me he vuelto a ella para leer la segunda novela.
Los protagonistas son los mismos y el argumento vuelve a ser el de varios asesinatos que se complican con similitudes que parecen incongruentes.
El caso avanza y al final da un giro argumental inesperado que relaciona el caso, de nuevo, con la vida de Oliver. Lo mejor de todo es que permite resolver todas las incógnitas que quedaban pendientes de su vida anterior en la primera novela.
A lo largo del relato se vé cómo va avanzando la relación personal de los dos protagonistas dando pasos en común y estableciendo amistades comunes. Todo incipiente, pero bien relatado y llevado puesto que es continuación inmediata de la anterior novela y los saltos excesivos en las relaciones se verían como artificiales.
La trama de nuevo vuelve a aprovechar las características monumentales de Cantabria, siguiendo una corriente muy en boga actualmente, por lo que pide os pensar que es una novela más que se sube al carro de la moda.
Pero entretiene y engancha.

Vacaciones del verano 2018. Trigésimo sexto, séptimo y octavo días

Días de playa por la mañana y juegos de tarde.
El viernes nos vamos a la playa y jugamos con las olas basándonos varias veces. Además la tía saca una cometa y se pasan una buena parte de la mañana volándola. La niña se lo pasa en grande.
Comemos en casa y los tíos y Maritere se van al festival Paloma O'Shea a la primera final.
Mientras tanto la niña y yo nos vamos a comer un yogurt helado, a la cervecería del hinchable y a los columpios. Total, mini no para desde las cinco y media y las diez. En los columpios hace una amiguita con la que juega varias horas.
Cuando vuelven del festival nos vamos otra vez a cenar al restaurante de ayer. Hoy tocan hamburguesa más pequeñas para todos y una ración de rabas.
El sábado volvemos a la playa y repetimos cometa, salto de olas, baños y más baños. Cómo novedad nos encontramos con Fuensanta, una amiga de Rosamari que está de vacaciones.
Para aprovechar la playa estamos hasta las cuatro y comemos tarde. De esta manera nada más comer se tiene que arreglar y se van al fastival.
Sorprendentemente mini se tumba y se duerme desde las cinco hasta las nueve. Cómo le cansa la playa. Probrecina. Pero, aún así, cuando se despierta vamos a comer un yogurt helado y a la cervecería. Pero sigue cansada y estamos sólo un momento antes del parque. Allí de nuevo se encuentra a su amiguita y juegan y juegan hasta que vuelven del concierto Maritere y los tíos.
Hoy si cenamos en casa.
El domingo se repite igual al sábado. La novedad en la playa es que hacemos un castillo enorme rodeando la sombrilla y las toallas.
Comemos en casa.
Por la tarde repetimos el proceso hasta que vienen de la final. Ha ganado el concurso el ucraniano, tal y como predijeron los tres, por lo que están muy contentos.
Cenamos en casa todo lo que queda y hacemos las maletas que mañana toca viaje por la mañana.

domingo, 19 de agosto de 2018

Vacaciones del verano 2018. Trigésimo quinto día

Playa a mañana y tarde.
Un día fantástico a la playa y a disfrutar. Mini se lo ha pasado en grande y ha hecho más horas de playa que ... Ha saltado olas y más olas, conmigo, con Maritere y con Rosa. Además hemos jugado con los cubos de playa y la niña ha hecho algunas figuritas en un ratito en el que Maritere y Rosa se han ido a dar un paseo por la playa.
Comemos en casa todos juntos y descansamos un rato antes de volver a la playa. Por cierto, se estropea la tele y no podemos verla.
Alfonso se ha quedado en casa leyendo porque la playa le cansa demasiado.
A última hora de la tarde hemos salido un rato al parque y los tíos nos han llevado a un sitio a comer un yogurt helado que está más rico que el helado.
De noche nos hemos ido a cenar a un restaurante unas hamburguesas.

Vacaciones del verano 2018. Trigésimo cuarto día

Viaje a Somo.
A primera hora de la mañana cogemos el coche y nos dirigimos a Somo para pasar unos días de playa y conciertos.
Decidimos ir por la ruta del norte, más corta en km pero más larga en tiempo porque es peor carretera. Pero mucho más bonita.
Tras parar en la gasolinera de Guardo, donde también están Rosamari y Alfonso cogemos la carretera preciosa al lado de la montaña que lleva hasta Cervera. Siempre me ha encantado, la montaña, esa especie de páramo que se pasa, ... En fin, una gozada.
En Cervera paramos a coger lazos típicos y nos quedamos muy atrás de los tíos, con lo cual ya llegamos a Somo mucho después que ellos.
El día está bueno, pero algunas nubes hacen que se quede fresco. Así que nos vamos a comer a un restaurante y de tarde a los columpios, donde la niña se lo pasa en grande. Mientras tanto, los tíos se van a Santander a por las entradas del festival y a ver alguna de las semifinales.
Después de los columpios encontramos una cervecería donde hay un hinchable, con lo que mini termina de pasárselo en grande.
Un gran día

Vacaciones del verano 2018. Trigésimo primer, segundo y tercer días

Tres días más de descanso en Canalejas.
El domingo nos vamos a misa con Tino, que ya se despide porque se marcha al acabar el mes.
Los otros dos días transcurren entre bajar a León (para hablar con Gonzalo sobre la reclamación de la baremación de interinos) y hacer horas de lectura en el corral.
Preparación para ir a Santander. Nos esperan más días de playa.

Vacaciones del verano 2018. Vigésimo noveno y trigésimo días

Tras un día de corral y descanso solo podemos emprender una nueva excursión.
Pero antes, el viernes de tarde nos vamos a Guardo a coger el dinosaurio de la niña en el Día. Se ha puesto super contenta. Encima encontramos unos columpios en la orilla del río fantásticos: tienen todo lo necesario para que juegue un niño y encima, una tirolina. Mini se lo pasa en grande
Nos vamos a la villa romana de la Tejada cerca de Carrión de los Condes. Es una villa que no está tan publicitada como la de la Olmeda, pero no está mal. Se trata, más que de una villa, de unas termas. Se ven claramente las piscinas y las dependencias para cambiarse y para descargar. La villa tiene además un patio rodeado de un seto verde que la oculta totalmente de la carretera.
Después nos vamos a Carrión y vemos la misa del peregrino en una basílica muy bonita. Más tarde paseamos por el casco antiguo y vemos la portada de la iglesia principal antes de subir por la calle mayor hasta el castillo donde vemos una representación teatral. Por no variar, mini se ha puesto a jugar en los columpios y hasta ha hecho una amiga.
Decidimos terminar la jornada cenando en San Zoilo. Pero entre los precios que vemos, la escasez de las raciones y la desidia de los camareros terminamos quedándonos en canal y teniendo que cenar en casa a las 11 y media cuando llegamos.

Vacaciones del verano 2018. Vigésimo octavo día

Mañana de corral y tarde de excursión
Nos vamos a Villaverde de Arcayos para que Aitana juegue en los columpios del frontón. Mientras tomamos unas Coca colas.
Después nos vamos a recorrer la carretera del valle de Valderaduey. Maritere nos comenta que de aquí provenían algunos antepasados de sus padres. Nos llama la atención lo cuidados que están algunos pueblos y las cantidad de gente que hay. El valle es bonito porque en los alrededores del río hay mucha vegetación y en las lomas se ven bosques.

Vacaciones del verano 2018. Vigésimo sexto y vigésimo séptimo días

Días de Canalejas. Jugar con la niña, pasear, largas tardes de tumbona y lectura. Relax absoluto.
Mientras tanto Teresina a Cisterna todos los días para la reabilitación
Una tarde nos vamos a Almanza al bar de la colchoneta. Así Aitana lo disfruta a lo grande. Sin embargo, tampoco es que haya muchos niños allí tampoco y al final sólo juega con una niña

sábado, 18 de agosto de 2018

Vacaciones del verano 2018. Vigésimo quinto día

La mañana ha sido normal en Canalejas. Hemos estado en el corral con la niña y hemos jugado a sus juegos. Su alegría nos transmite ilusión a todos los demás.
Hoy, por hacer algo diferente,  hemos cogido el coche y nos hemos ido a Sahagún. Allí, además de ir al supermercado Día, hemos dado una vuelta y nos hemos sentado en el bar de la plaza a tomar algo viendo como Aitana juega en los columpios. Rosa Mari y Alfonso se han ido a ver La Paregrina y hacer unas fotos y, al final, se han venido al bar. No es nada muy especial, pero ha roto la rutina de estos días.

Vacaciones del verano 2018. Vigésimo tercer y vigésimo cuarto días

Días de tranquilidad absoluta en Canalejas.
Corral, corral y más corral.
Estamos tan relajados que ni siquiera nos vamos a Sahechores a comer un helado.
La única nota que altera algo el día es la misa del domingo. Ya sabemos, todos vestidos como para una fiesta grande en un pueblo en el que van a misa cuatro viejos.
Por la tarde bajamos a Almanza para que la niña juegue en la cama elástica del bar.

martes, 14 de agosto de 2018

Vacaciones del verano 2018. Vigésimo segundo día

Otro año más un día importante. Dormimos en León para llevar a Aitana bien vestida y arreglada a la cita con Teresa, Elisa y el resto de chicas de Colón.
Pero antes de ir allí Maritere se va al traumatólogo que le dice que tiene mal el pie y le da diez sesiones de fisio.
Cada año qué pasa la conversación es más distendida. No puede ser de otra manera cuando está todo dicho y el tiempo ha confirmado sin lugar a la más mínima duda que las decisiones son las correctas.
Para celebrarlo nos vamos a comer y entramos en el bar enfrente del Olimpia a comer un magnífico plato combinado.
De tarde nos vamos a Carrefour a comprar y mini termina jugando en el cuarto que tienen. Muy bien.
En el camino a Canalejas nos paramos en el Oasis a comer un helado. Llegar, cenar y recibir a Alfonso y Rosamari que vienen de vacaciones completa un día intenso, pero parecido al ya vivido en años anteriores

Libros del verano 2018. Décimo tercera parte

Fernando Gamboa "Riley".
Una novela de aventuras al más puro estilo de Salgari. ¿Por qué la comparó con Salgari? Por el mar y los barcos.
Toda la aventura transcurre en un barco, salvo la escala en Tánger. Pero tiene todos los ingredientes para emocionar al que le gusten las novelas de aventuras: barco pirata, Segunda Guerra Mundial, Nazis, Tánger ciudad abierta, banqueros millonarios, un secreto que destruirá el mundo, ...
No deja ningún elemento, incluso el capitán Riley y su tripulación son los típicos indestructibles. Les pasa de todo y sobreviven. Encima son piratas, pero de una honestidad a prueba de bombas. Encima salvan el mundo.
Es un BEST SELLER en toda su extensión, se lee de un tirón, entretiene y no angustia ni hace pensar.
¿Alguien puede dar más como lectura de verano?

Vacaciones del verano 2018. Décimo noveno, vigésimo y vigésimo primer días

Nos levantamos y Tere se va a La Regla a que le mire los pies el traumatólogo. Mientras tanto nos vamos de nuevo al parque. Después nos dirigimos a Canalejas.
La tarde y los dos días siguientes los pasamos de descanso en el pueblo con los abuelos.
¡Tranquilidad, tranquilidad y más tranquilidad!
Aprovecho para recorrer algunos de los senderos que ya conozco para recordar mis trayectos habituales.
La niña va a ver a las vacas, a los columpios, a la fuente, ...

sábado, 11 de agosto de 2018

Libros del verano 2018. Duodécima parte

Bruce Springsteen "Born to run"
No es ni el disco, ni la canción. Es un libro autobiográfico del artista de Jersey.
Partamos de su falta de calidad. Bruce es un compositor y cantante de rock, no un novelista. Sólo apto para los que somos fanáticos incondicionales de su música.
Empecemos: la historia nos comenta sus principios, cuando todavía buscaba su lugar en el mundo. Esta es la parte más descriptiva de su vida
Después nos va comentando su situación personal al realizar cada disco y esto es para mí lo mejor: me da una nueva visión de sus canciones.
En pequeños párrafos nos da detalles de su vida personal, pero son ligeros y breves. En realidad lo que quería contar es, claramente, la historia del rockero. Perfecto en este sentido.
Falta mucho, pero ¿qué se le puede pedir a un libro sobre "the Boss"?

lunes, 6 de agosto de 2018

Vacaciones del verano 2013. Décimo tercer día

Hoy ha amanecido nublado y con una temperatura sensiblemente inferior. Así que cogemos el coche y nos vamos de excursión a Alcalá de los Gazules. Estamos ante otro pueblo blanco, aunque todavía más inclinado que todos los anteriores. Sin embargo está muy buen planteado y se puede subir rodeando la montaña por un lado y bajar bordeándola por otro.
Una vez llegados a la plaza mayor nos encontramos un colegio concertado que nos dejan entrar a verlo para que Aitana vaya al baño. El patio es precioso, totalmente andaluz, con azulejos, un jardín posterior y un patio ajardinado para los más pequeños. Una monja muy amable nos lo enseña todo y nos permite ver hasta los uniformes que han ido teniendo los niños a lo largo de los años. Nos comenta que está abierto porque hay niños que siguen viniendo al comedor en verano como ayuda social a las familias. Un pena.
Después vemos la torre del Homenaje del castillo árabe, la iglesia de San Jorge, el Ayuntamiento y la plaza Mayor. Se nota mucho que es el interior y hay mucho menos turismo, por lo que todo es más pobre.
Volvemos y nos vamos a comer a la cofradía de pescadores.
A la tarde parece que mejora el tiempo y nos vamos a la playa, aunque hay bandera amarilla y unas olas, consecuentemente, espléndidas.
Volvemos a casa para que Aitana cene salchichas y leche. Después la llevamos a la feria y nosotros cenamos en la playa antes de los caballitos.

sábado, 4 de agosto de 2018

Libros del verano 2018. Undécima parte

Ben Pastor. "Martín Bora 2: Luna Mentirosa"
Un libro que empezaba bien. Encima el tema y la ambientación eran buenas.sin embargo, ... Un rollo, pedante y sin nada destacable. Vueltas y más vueltas para alargar una historia sin fondo.
No merece la pena.

Libros del verano 2018. Décima parte

María Oruña "Puerto escondido".
Grata sorpresa. No conocía a la autora y me atreví con el libro porque está ambientado en Suances (Cantabria) y estamos en Somo. Me pareció que la coincidencia merecía una lectura. No me arrepiento.
La forma de contar la historia es bastante tradicional. Mezcla hechos del presente con hechos del pasado. Al final todo se mezcla y ambos, pasado y futuro confluyen y se influyen mutuamente para producir un resultado catastrófico. El mal campa a sus anchas entre personas pusilánimes, psicópatas y aprovechados. El protagonista es alguien nuevo que no sabe nada de su pasado familiar y aparece como un ángel bueno. Quizás demasiado rebuscado, todo el mundo tiene lados oscuros. La policía tiene un pasado angustioso pero es competente y manifiesta manías habituales en el género. Sus adjuntos no están muy bien descritos. Se nos cuentan retazos de su vida, pero no cómo son en realidad.
La lectura se deja llevar, incluso es bastante entretenida.
La ambientación en Cantabria no es típica. Habla del tiempo, pero no se aprovecha del típico tiempo del Cantábrico para hacer una atmósfera angustiosa.
Buena novela para el verano, pero sin esperar grandes cosas.

Libros del verano 2018. Novena parte 4

Andrea Camilleri "un mes con Montalvano"

* Cincuenta pares de zapatos claveteado. En un asesinato las huellas de zapatos señalan a un hombre de las montañas. Pero todo se aclara cuando se conoce que ha ocurrido un robo.

* La lata muerta. Un relato sobre el contrabando de diamantes.

* Un rincón del paraíso. Una excursión a una playa desierta. Un crimen que se resuelve por casualidad en ella.

* Fin de año. Un asesinato en un hotel con Montalvano enfermo. Al final la fiesta se convierte en tragedia por las infidelidades.

* El tirón. Un congreso en Palermo al que asiste el comisario da lugar a un tirón nocturno al volver al hotel. Se descubre que el ladrón sale en moto por las noches para entretenerse. Sin embargo, el final resulta inesperado.

* Doble móvil. Un asesinato con 2 sospechosos: la viuda y el hijo. El testamento termina delatando al autor del crimen

viernes, 3 de agosto de 2018

Vacaciones del verano 2018. Décimo octavo día

Amanece en Guadalupe. Nada más levantarnos abrimos la ventana y vemos el monasterio, ¡Precioso!
Nos vestimos y vamos a desayunar a una churrería que habíamos visto ayer en la calle principal. Nos ponen el café y se les olvidan los churros, así que los renos que volver a pedir al cabo de un rato.
Después de volver a la habitación para recoger nos vamos. La carretera sube y atraviesa la sierra por unos valles poblados de arboles que se parecen al norte de León. Es sorprendente como tan al sur se repiten los paisajes en cuanto aparece la montaña. Finalmente bajamos hacia Castilla - La Mancha y vemos unas ruinas romanas en una colina al lado de un pantano. Parece que los romanos hicieron las casas para poder bañarse, aunque el pantano es muy posterior, claro.
Después de pasar Navalmoral de la Mata, Plasencia, Béjar y Salamanca, paramos en Zamora a poner gasolina ( por cierto, muy barata) y seguimos hasta el área de servicio de Villaquejida donde comemos. En el propio área hay un pequeño corral con gallinas y pavos reales que le encantan a Aitana.
Llegamos a León, deshacemos las maletas y nos vamos al parque. Siempre nos las arreglamos para que mini se lo pase bien.

Vacaciones del verano 2018. Décimo séptimo día

Fin de las vacaciones en el sur. Nos levantamos sin prisa, porque vamos a dormir en Guadalupe y eso implica menos kilómetros que otros años. Son casi las 10 cuando por fin nos ponemos en marcha.
La ruta es cómoda y super conocida. Las marismas de Cádiz entre San Fernando y Puerto Real, la AP4 hasta Sevilla y el puente del Centenario (¡sin atascos!). Paramos en la gasolinera de Itálica donde comimos en el 2013 con Javier y Zulema. Aprovechamos para ir al baño, tomar un café y nos comemos los primeros bocadillos de tortilla.
En la A66 cruzamos la sierra mientras Aitana se duerme. Ha pasado infinidad de veces esta carretera y no puede sonarle porque siempre duerme. Al llegar a Mérida nos desviamos por las radial A5 hasta dejarla en Miajadas por las carreteras que conducen a la montaña. El paisaje va cambiando, con lomas y algo más de vegetación. En casi la hora de comer y nos paramos en Zorita a tomar una caña y un helado. Curioso nos da peor tapa que a los parroquianos.
Continuamos y pasamos un pequeño puerto con paisajes ya de montaña antes de llegar a Guadalupe.
El pueblo está casi vacío. Más tarde nos comentan que el mes de julio es el más flojo de todo el año. Entramos a ver la iglesia y continuamos con el monasterio. Justo hay una visita con guía a las cuatro y la aprovechamos. Nos enseña el museo de casillas, de libros, de esculturas, el coro y la Virgen. Todo impresionante y emocionante (besar a la Virgen emociona). Pero lo más espectacular es la sacristía que se asemeja a la capilla Sixtina en la firma, aunque pintada por Zurbarán en vez de Miguel Ángel. Espectacular es poco decir. Admiración y algo más, ...
Terminamos la visita en el claustro. Este es el sitio donde podemos hacer fotos. Está muy bien, con un kiosko central con forma de flor y dos galerías totalmente diferentes: la baja  románica y la alta mudéjar.
Después de visitar la tienda nos vamos al hotel y a comer. Escogemos un bar del pueblo donde había parado ya otra familia que había hecho la visita a la vez que nosotros. Curioso, en una de las mesas de al lado una familia francesa está viendo la final del mundial (que terminan ganando a Croacia por agotamiento de los croatas, que estaban jugando mejor). Probamos las morcillas típicas y una ensalada de pimientos bastante rica.
Nos damos un buen paseo por el pueblo rodeando el monasterio y vemos el parador, con un patio andaluz, las casas porticadas, el otro claustro del monasterio que ahora es una hospedería y las calles inclinadas con soportales típicas de los pueblos de la zona.
Aprovechamos para ir a misa al monasterio y después nos vamos a los columpios donde Aitana cena un potito y nosotros los bocadillos de tortilla que quedaban.
Al volver al hotel Aitana se cae y se roza la rodilla por lo que, sin cortame ni un pelo, meto el coche por una de las puertas de la parte antigua para dejarles en la puerta del hotel. La odisea viene después para llevar el coche a la salida, sobre todo la puerta en 90° del fin del pueblo.
Fin del día en una delicioso hotel donde nos regalan unos bombones riquísimos y una botella de vino que nos llevamos. Además los enseres de baño son completísimos. Se cumplen todos comentarios de la gente y las toallas tiene un tacto divino.

Vacaciones del verano 2018. Décimo sexto día

Último día de Sancti Petri. La luz cegadora del sur se nos escapa otro año más. Pero bueno, hay que aprovecharlo.
En la playa se dedica a saltar las olas con la tabla. Ahora que ya ha aprendido se lo pasa en grande. Después de comer, otra sesión maratoniana de tabla. Hoy nos traemos los monitos a la playa y los tomamos juntos para aprovechar la hora feliz.
Al subir a casa nos encontramos con Antonio y sus padres y se despiden con pena. Eso es buen síntoma, se lo han pasado bien.
Hoy nos quedamos a cenar en casa y a hacer las maletas. Yo sí que salgo a lavar el coche y a llenar el depósito para el viaje.

Vacaciones del verano 2018. Décimo quinto día

Día total de playa. Nos levantamos tarde porque mini duerme hasta las 11. Después de desayunar nos vamos a la playa con su pingüino. Juega tanto que empieza a flotar ladeado y al final se deshincha. Nos bañamos todos, primero yo y luego Tere. Por supuesto, Aitana se baña varias veces. Siempre me asombra la pasión que tiene por el agua.
Come os arroz con tomate y huevos cocidos. Le gusta tanto que se lo come todo y al final no es capaz de acabar el helado.
Tere se tumba un rato porque tiene un pie mal y hay que curar las heridas por lo que se tumba un rato. Aprovecho el gel de curar para arreglar el pingüino.
Bajamos a la playa y nos encontramos con Antonio y sus padres (el niño con el que juega en la piscina). Juegan a lo loco con pelotas y cubitos. El padre le enseña a Aitana a surfear con la tabla. Al final la disfruta como una descosida.
Al volver a casa mini cena y después nos vamos a Sancti Petri a cenar nosotros. Encontramos un restaurante nuevo donde tienen una pequeña habitación anexa al comedor con juguetes. Consecuencia, se lo pasa en grande con unas niñas que están allí y nos deja cenar tranquilamente.
Como ya es casi el último día nos vamos a la feria y vuelve a montar en el tren, el ciempiés y las colchonetas de saltar. Termina agotada y volvemos a casa felices y contentos.

Vacaciones del verano 2018. Décimo cuarto día

Otro día que amanece nublado. Sin embargo, entre el desayuno y echarnos la crema sale el sol.
En la playa Tere ve unos pingüinos que flotan y le compra uno a la niña. Se entusiasma y juega y juega sin parar hasta las tres.
Comemos en casa macarrones con huevos cocidos.
De tarde más playa y más pingüino. Aitana se lo pasa en grande y disfruta como una enana. Aprovecho la hora feliz del chiringuito para ir a tomar un mojito sentado en las mesas tranquilamente leyendo y viendo el mar y el sol al fondo. La luz es increíble. ¡Cómo me gusta esta playa!. Después le llevo el segundo mojito a Tere a la sombrilla.
Volvemos a casa y cena Aitana. Se come un huevo con salchichas como una campeona.
Terminamos el día yendo a Conil a cenar. Por no variar volvemos al Oasis para comer la mezcla deliciosa de pescaítos. Al dar el paseo volvemos a ver al payaso en la torre. El tío se lo curra como un campeón.
Nos comemos unos helados y volvemos a casa. Entre unas cosas y otras terminamos en la cama casi a las doce, así que la niña cae rendida. ¡Es una campeona!.

Vacaciones del verano 2018. Duodécimo día

Hoy amanece nublado. Así que cambiamos de planes y Rosa y Alfonso hacen la maleta y la meten en el coche. Día de excursión. Arcos de la Frontera.
Después de lo que nos pasó hace cuatro años, que casi nos quedamos atascados, decidimos aparcar abajo y subir en taxi hasta el Ayuntamiento.
La plaza es espectacular por las vistas que tiene al valle que se ve al fondo de la roca sobre la que se asienta el pueblo. El ayuntamiento no llama mucho la atención, pero la fachada central y la lateral de la iglesia son impresionantes. De aquí callejeamos un poco y vemos otra iglesia, un jardín, un patio, varios conventos, en definitiva, toda la parte de arriba del pueblo.
Cómo tenemos tiempo decidimos comer en un bar al lado del ayuntamiento: Alfonso hamburguesa de retinto, la niña salchichas, Rosamari y yo salmorejo y de segundo pollo yo y ellos tabla de embutido. La bebida sí que fue curiosa, pedimos tinto de verano y a mí me lo trajeron sin alcohol. Sin embargo lo curioso es que pusieron una naranja y un trozo de sandía de adorno, además de uvas y melocotón dentro.
Después de comer, bajamos andando al coche aprovechando para ver el resto del pueblo.
Llegó la hora de la despedida en el aeropuerto de Jerez. Los tíos se marcharon a Bilbao. Podían haberse quedado más días, pero en fin, asį es la vida.
Volvemos a casa y nos vamos a la playa aunque se nubla un poco y a las 8 nos volvemos.
Una buena cena de salchichas y huevo en tortilla francesa y a dormir, que el día ha sido largo y caluroso.

Vacaciones del verano 2018. Undécimo día

Otro día que nos llevantamos tardísimo. Terminamos he dicho a la playa a las 12.
Comemos en casa gazpacho y ensalada de canónigos con tortitas de camarón.
Tarde de piscina.
Al anochecer nos vamos de excursión a Puerto de Santa María (no hay mucho que ver, parece una ciudad colonial venida a menos) donde paramos a hacernos fotos en las bodegas Osborne.
Seguimos la carretera de la costa y vemos la base de Rota (enorme) y de allí a Chipiona. Mini se duerme en el coche y tenemos que comprar comida para llevar y cenar en un banco al lado del coche. Hay un ambiente de lo más andaluz. Nos hacemos fotos en la playa junto al santuario de la Virgen y vemos todo lo que se cuece por allí
La vuelta a casa se hace rápido porque ahora sí que vamos por la autopista.

Vacaciones del verano 2018. Décimo día

Mañana total de playa. Hay tanta gente (es domingo) que es imposible aparcar y tengo que subir casi hasta el Ilunion. Después de la playa vuelvo al coche y bajo a buscarles.
La comida en casa consiste otra vez en gazpacho y filetes de pollo. Aunque a mí me toca comer el puré que no quiere Aitana porque come arroz antes del filete de pollo. Para terminar nos comemos unos helados.
Cómo la playa estaba a rebosar preferimos quedarnos por la tarde en la piscina con el delfín. La niña se lo pasa en grande con otras dos niñas que se hacen amigas con el hincha le y las pistolas de agua.
Después decidimos ir a Conil por la carretera de Roche. Atravesamos el pinar y nos paramos en el faro a hacer fotos. Por no variar hay una puesta de sol preciosa y las calas de Conil se ven de un marrón espectacular.
Al llegar paseamos por el mercadillo y nos encontramos a Claudia (la niña de música). Terminamos en el Oasis como siempre, pero esta vez comiendo hamburguesas de carne de retinto.
Al pasear por el pueblo vemos una actuación de flamenco de unas escuelas del pueblo. No son maravillas, pero estando allí entretienen.
Antes de comer los helados Alfonso le compra a la niña el bolso que le había llamado la atención el otro día. Se pone más contenta que nunca y la cara de alegría vale su peso en oro.

Vacaciones del verano 2018. Noveno día

Mañana de playa. Estamos teniendo una suerte increíble. Nos llegan noticias de toda España con inundaciones, tormentas y mal tiempo en general. Nosotros, sin embargo, con sol y calor.
De nuevo pasamos por el super antes de comer en casa. Hoy toca filete de pollo, gazpacho y helado.
De tarde hacemos una de las tradicionales excursiones: Tarifa. Hace un día genial y se ve África perfectamente desde la carretera. En la playas hay infinidad de gente haciendo katesurf.
Después de cuatro años por fin entramos en el castillo de Guzmán donde aprovechamos para ver la exposición de Montseni. El castillo en sus almenas tiene unas vistas espectaculares. Por contra el mobiliario interior es muy pobre. Curiosamente, hay una capilla dentro del castillo.
A la salida nos damos un paseo por el interior del pueblo y vemos la zona de ambiente. Terminamos en los columpios y los caballitos. Aunque aprovechamos para comer un pastel típico.
Cómo es sábado aprovechamos para ir a misa (es curioso, pero terminamos en la misma iglesia que hace dos años).
Para terminar el día cenamos en una freiduría de la calle principal.
La vuelta a casa, ya de noche, nos brinda una imagen de la montaña de Vejer iluminada que es, sencillamente, maravillosa.

Vacaciones del verano 2018. Octavo día

Otra vez nos levantamos tarde. Entre desayunar, darnos la crema y eso bajamos a la playa a los 11 y media. Cómo hay bandera verde y buenas olas nos bañamos más de una hora. Después Tere y Aitana se van a recoger conchas. Sí que parezca increíble todavía nos volvemos a bañar más de una hora después.
Por no variar paramos en el super al volver a casa donde comemos lechuga con anchoas y ajo y huevos cocidos con mayonesa.
De tarde nos vamos a la piscina con el delfín que le hincho a Aitana. Allí se hace amiga de un niño que luego veremos muchas veces en la playa.
Al anochecer hacemos una excursión a San Fernando. Tiene un aire a ciudad del Caribe (por el tipo de casas). Paseamos por la ciudad y vemos la Academia de la Armada, el teatro Real, el castillo, la venta de Vargas, la calle mayor, las iglesias, ...
Decidimos cenar en la Venta, por lo típico. La verdad es que es un homenaje a todo lo casposo que existe en España. Pero aprovechan la leyenda de Camarón con todo. El camarero nos vende lalto y nos endilga sólo 3 raciones de pescaítos (casi al precio de 4) y una papas arreglás, que nos cobra como oro. Pero bueno, una vez es una vez.
Es curiosa la vida, cuando estamos en la venta esperando la cena entra a fisgarla Begoña, la orientadora. No nos vemos en el instituto y nos encontramos al otro lado de España.