miércoles, 29 de agosto de 2018

Vacaciones del verano 2018. Quincuagésimo noveno día

Hoy hemos madrugado menos. Aún así después de desayunar la mañana es lo suficientemente larga para hacer una ruta de cinco kilómetros hasta el Castro celta.
La primera parte de la ruta ya la había os hecho hace dos años cuando estuvimos aquí. Después de pasar el mirador se indica la única parte dura, con una subida importante hasta que nos unimos al camino principal que viene del aparcamiento. A partir de ahí la ruta va por un camino bien trazado con muros de roca a los lados y totalmente cubierto de árboles que refrescan el trayecto. Después de pasar una pequeña cascada salimos de los árboles y nos encontramos encima de una roca enorme que se inclina hacia el río (parece la roca final de la película "El último Móhicano"). Aquí nos damos cuenta todo lo que hemos subido desde el río. Ya vemos el Castro y en lo más alto nos sentamos a descansar.
Aunque parezca increíble, el camino de vuelta se hace mucho más corto.
Llegados al coche nos ponemos el bañador y al río, en la playa fluvial de Lubián.
Nos vamos a comer a La Gudiña en una área de servicio muy bonita porque tiene una pared entera que es una cristalera al valle. Por el camino vemos un incendio, que parece provocado por una colilla, y la cantidad de medios que tiene que haber para sofocarlo. Mini se pone a hablar con dos militares que están comiendo y les saca una bandera de España.
Después de comer volvemos al pueblo y nos despedimos de la madre de Zulema para irnos a casa.
Todavía al llegar a León tiene tiempo Tere de quedar con Electa que está estos días por aquí arreglando cosas de sus padres.
Un fin de semana bien aprovechado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.