Estos días Ana está buscando casa porque la dueña de su piso quiere volver al mismo. Como es habitual en ella, nos pasa la responsabilidad al resto. Se limita a buscar pisos en internet, sin hacer mayor esfuerzo y presiona para que aumentemos el presupuesto.
Además tiene el problema del contrato. No se lo hacen porque no tiene nómina. E intenta ponerlo a nombre de Tere. Como no cuela lo intenta con Elena. Y encima se queja de la falta de ayuda. Lo habitual!
Eso sí, de buscar trabajo no quiere ni oir hablar. Casualmente estos días, también le duelen las rodillas, añadido a los hombros y la espalda.
Todo se reduce a dos cosas: la primera es que no coge las riendas de su vida, la segunda es que es una caradura que intenta hacer sentir culpable a todo el resto.
Cuando le he sugerido que, o bien busque trabajo, o bien se vaya a un piso compartido, o bien busque pisos por la calle sin contrato (que serán más baratos y no le pediran la nómina), o bien se quede de ocupa en el suyo hasta que consiga algo, siempre se enfada y me pasa la culpa de sus problemas.
Es increible, pero es Ana.