Partiendo de Coira, la ciudad más antigua de Suiza con un casco medieval intacto se toma el tren admirando por la ventanilla las sensacionales vistas de la línea Albula. Inmediatamente los portentosos arcos del viaducto de Landwasser, Filisur y los prados saloicados de flores, pinares y montañas coronadas de glaciares en Parc Ela. Ya se pasa Bergün y se puede ver el Piz Bernina y el glaciar de Monteratsch en la Engacina. Tras Ospizio Bernina se puede maravillar antes las sorprendentes aguas turquesas del lago Bianco desde la estación más alta de la ruta.
Y la traca final con giros espectaculares de la carretera y la vía en la bajada desde Alp Grün hasta Poschiavo. Pero todavía hay más, el viaducto en espiral de Brusio, que baja dando vueltas hasta Tirano.
Italia.
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