sábado, 17 de agosto de 2019

Libros del verano 2019. Cuarta parte

Erika Fatland " Sovietistán"
Un libro sobre un viaje a los 5 países surgidos en Asia Central tras la descomposición de la Unión Soviética. Es viaje, 25 años después de la independencia, intenta analizar cómo se ha desarrollado este proceso y cuál es el resultado.
Analizando país a país, viajando por ellos, hablando con la gente, viendo las infraestructuras, ... Todo lleva a un resumen muy claro: los presidentes de las Repúblicas Soviéticas y del Partido Comunista se quedaron en el poder aprovechándose de la situación a su favor. Encima, mientras eran los líderes de la República tenían el freno del poder superior en Moscú, ahora ya nada les frena.
En Turkmenistán el presidente se convirtiò en un loco que se consideraba por encima del bien y el mal y se saltó todas las leyes, incluso las que se crearon durante su mandato, para gobernar sólo y exclusivamente para su beneficio. Encima obligó a los ciudadanos a rendirle culto a su persona. A su muerte en el cargo le sucedió otro dictador de medio pelo acomplejado que, precisamente por eso, intenta reeditar el culto a su persona. Encima el país tiene unas inmensas reservas de gas que no repercuten en el pueblo, si no en la fortuna del presidente. La situación es nefasta y nada anuncia a ir a mejor.
En Kazajistán sigue en el poder el dictador que se aupó a él como líder de la independencia, aún cuando se negó a ella todo lo que pudo desde la presidencia de la República. Sin embargo la situación para el pueblo parece menos agobiante porque mientras no se critique al presidente en público, se respeta la libertad individual. Amparado en una reservas energéticas gigántescas, el país va bien económicamente y por eso la gente no se queja. El futuro puede ser positivo, aunque el tránsito a la democracia se antoja complejo.
Tayiquistán no ha mantenido al mandatario del partido Comunista en el poder porque su independencia dió paso a una guerra civil. El ganador de ella sí que se ha convertido en dictador. El problema de este país, sin embargo, es la pobreza, por lo que no afecta la dictadura en las personas, serían pobres igualmente.
Kirguizistán es el único país que ha tenido no una, si no dos revueltas, par conseguir un régimen democrático. Por ese lado, bien. Aquí el problema radica precisamente en el descontrol de vida de la gente, la falta de policía para controlar la convivencia, ... Encima estamos ante un país pobre.
Uzbequistán, el más conocido en el exterior, es la dictadura más férrea. Sin el culto al líder de otras, la existencia de una policía secreta al estilo soviético, la imposibilidad de movimientos de la población y la corrupción de la familia dirigente, ahuguran y difícil futuro. Veremos en que queda.
Otros análisis, como la situación del mar de Aral, los devenires históricos de la zona y la relación con las potencias vecinas completan un buen libro.

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