domingo, 21 de agosto de 2016

Vacaciones 2016. Novena parte

Una mañana de sábado cogemos la carretera entre Sancti Petri y Medina Sidonia. Al pasar por un pueblo nos sorprende el cementerio, la entrada parece de un hotel de cinco estrellas. En Medina el paseo por el pueblo nos lleva por una plaza mayor que parece sacada de los años 60, y por unas calles blancas que deslumbran. En lo más alto un castillo preside todo, como guardando los secretos de un pueblo cuyo nombre evoca la grandeza de España.
Siguiendo la carretera llegamos a la autopista de Algeciras. Es curioso, pero el paisaje de la Sierra nos sorprende a todos porque parece sacado de otras partes del país.
Terminada la autopista entramos en Gibraltar. Lo primero que llama la atención es que se conduce por la derecha. Después están todos los tópicos, el paso del aeropuerto, la típica cabina inglesa, el puerto, y las playas (aunque parezca increíble, hay playas). Después de pasar un túnel llegamos al fin de la roca y el mar (presidido todo por una mezquita enorme, ¡si es que no aprendemos!). Volvemos por una carretera que nos lleva por encima de la roca y que luego baja pasando urbanizaciones hasta el centro de la ciudad. Aparcamos y subimos en el teleférico hasta la cima. Nada más bajarnos el olor ya advierte que vamos a ver los monos. Efectivamente, allí están. Se las saben todas, hasta se montan en un carrito de bebé en cuanto la madre coge al niño. Además de los monos las vistas son impresionantes. Lo más curioso es que por el lado del mar vemos que hay una carretera entre la montaña y el mar que da paso a dos playas artificiales más y a una fila de casas de veraneo.
Decidimos que ya está todo visto y nos vamos rumbo a Tarifa.

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