Max Easton (Mark Strong), un exespía del MI6, vuelve al trabajo para vengar la muerte de su hijo Harry (Joe Dempsie). Max descubrirá que hay mucho más en juego cuando se ve envuelto en una conspiración cuyo objetivo es beneficiarse del caos que hay en Oriente Medio.
El primer episodio resulta más o menos interesante, aunque la trama contiene elementos mil veces vistos: espía retirado al que su ex-jefe obliga a volver al servicio, enviándolo a Oriente Medio para solucionar un asuntillo y, de paso, vengarse. Pretende parecerse a Homeland, pero, ¡ay!, en el segundo episodio el guión va cuesta abajo sin frenos, así como la dirección, con una intriga facilona. Se salva Mark Strong, buen actor que, imagino, aceptó porque debe pagar facturas como todo el mundo. Muy simple todo lo demás, aunque quiera dar el pego.
En el segundo episodio hay fallos y momentos inverosímiles, como un pañuelo que se aparta Layla del hombro dos veces en la misma escena cuando se entrevista con Easton; una herida que debería aparecer en el rostro del protagonista después de que lo golpeen y que no se molestan en maquillar o la bomba del taxi que estalla a un metro de Harry y Layla sin consecuencias. Sin hablar del inútil al que encargan matar a la mujer y a las hijas, que logran escapar... Menudo asesino de pacotilla.
Qué sabe nadie de las decisiones que se toman en las sombras del poder. Las presiones, las influencias, los crímenes que se guardan bajo la alfombra. Todo aquello que traspasa la línea de acción del gobierno de un país y se adentra en la zona sin ley del espionaje que dichos gobernantes amparan es lo que conforma el concepto de ‘deep state’, un “estado profundo” -literalmente- para dominarnos a todos. No son pocas las películas y series de televisión que han explorado esta idea, desde ‘Syriana’ hasta ‘Homeland’, pero el canal FOX estrena hoy otro show que intentará, pese a todo, marcar la diferencia. ‘Deep State’ no sólo es directa en cuanto a su título: lo es, también, cuando nos habla del mundo en el que vivimos.
Que la primera serie de ficción europea de FOX aborde temas tan espinosos sólo es un síntoma de nuestro tiempo. Ahora, ‘Deep State’ llega para centrarse en los conflictos de Oriente Próximo, terrorismo -y no sólo yihadista- y la desestabilización de gobiernos. “No soy un obseso de las teorías conspiranoicas, pero sé que es así como funciona el mundo”, asegura el creador de la serie, Matthew Parkhill, que levantó este proyecto con la intención de concienciar un poco más a los espectadores sin abandonar nunca el entretenimiento de un thriller clásico de espionaje. Uno, además, que busca constantemente el balance entre lo político y lo personal. “La gente que hace este trabajo, los espías, acaban jodidos por dentro, en su vida personal y en su conciencia”, cuenta. “No hacen el trabajo y se van a tomar un martini: esta no es otra aventura de James Bond”, advierte el ‘showrunner’.
Encabezada por Mark Strong (‘Kingsman: Servicio secreto’) y Joe Dempsie (‘Juego de tronos’), esta serie de ocho episodios promete adentrarse en las cloacas de los servicios de inteligencia mundiales y destapar, desde la ficción basada en hechos reales, las cuestionables acciones que los gobiernos autorizan sin informar a sus ciudadanos. La verdadera pregunta es: ¿estamos preparados para conocer esas acciones?
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