Cuatro historias, colocadas entre Oriente Medio y África por Hugo Pratt en 1918. Aventuras de hombres y guerras que van desde los desiertos somalíes hasta los bosques de Tanganika, entre tropas turcas, alemanas, escocesas e irlandesas, magos y leopardos abisinios … Y luego está Cush, el revolucionario abisinio de la tribu Beni Amer, el amigo sabio e implacable de Corto Maltés.
“¡he huido! he sentido miedo de morir y he huido… y huiré cuantas veces me dé la gana…¡al infierno el mundo entero! yo no soy un héroe…”
En estas cuatro historias, Corto se enfrenta a monstruos terriblemente reales: el racismo, el fundamentalismo y el abuso de poder. Horrores ante los cuales un espíritu libre como el suyo no podrá evitar tomar la más incómoda de las decisiones.
El desierto de Yemen sirve como telón de fondo para En el nombre de Alá, compasivo y misericordioso, el episodio en el que Corto se encuentra con Cush, el guerrero danakil que, pese a la amistad que lo ligará al legendario marino, muestra un desprecio sin reservas hacia esa cultura «blanca».
En El último disparo, la terquedad del capitán Bradt se pone a prueba ante la actitud irritante de Cush, al que defiende Corto Maltés.
El tema de la cobardía, que Pratt ya ha tratado en esta serie, adquiere de nuevo una gran importancia en De otros Romeos y de otras Julietas, una historia que discurre en el desierto etíope y en la que Corto y Cush sienten el miedo a morir asesinados.
Leopardos es una historia de tintes oníricos ambientada en el África oriental alemana y en la que se describen los mecanismos de una justicia que, a menudo, opera al margen de la ley de los blancos.
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