miércoles, 28 de septiembre de 2016

Vacaciones del verano 2016. Vigésimo cuarta parte

Cuando ya parecía que el verano ya estaba hecho, nos regalamos un fin de semana en Soria con Juanma y Eugenia. Encima el tiempo acompañó para que todo fuera maravilloso y no hizo demasiado calor, ni refrescó excesivamente. La pena es que no pudieron ir ni Rosamari y Alfonso, ni Elena, que alegando trabajos de clase no quiso ir.
La gran sorpresa nos la dió el Burgo de Osma, muchísimo mejor de lo que esperábamos. Una entrada por un puente peatonal, una plaza arreglada, una catedral espectacular, una calle mayor preciosa, ... Además, está vez, acertamos con la comida y se presentó espectacular.
Por la tarde nos fuimos al cañón del Río Lobos e hicimos el kilómetro que hay hasta la cueva y la ermita. Curioso, casi todo el mundo hacía lo mismo. Una tarde preciosa nos invitaba a disfrutar con la ruta.
Una curiosidad, el vigilante de la ermita nos contó una historia de templarios en plan astral, mitológico, ... milongas. El caso es que algunas personas lo escuchaban con cara de asombro. Es increíble lo incrédulos que podemos ser.
Después nos fuimos hasta San Esteban de Gormaz. El nombre suena mucho, pero el pueblo no merece excesivamente la pena. Encima el ambiente era nulo. Nada que ver con el Burgo.
Por el camino vimos anochecer en las ruinas de Uxama, muy bonito. Pero queda para otra historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.