lunes, 5 de septiembre de 2016

Vacaciones de verano 2016. Décima quinta parte

Después de pasar un día entero paseando por Lisboa, decidimos ir a cenar al barrio de Alfama. Por eso nos metemos a la derecha de la catedral por la calleja que desciende. Una calleja que, sorprendentemente, tras pasar el primer requiebro se alarga muchísimo más de lo que aparenta. Nada más entrar nos encontramos un vendedor que nos ofrece tres alternativas para escuchar fados. La verdad es que le seguimos, pero después de ver los tres decidimos seguir y adentrarnos más y más en el barrio. Los sitios se van haciendo más populares, pero rápidamente vemos que son una atracción turística, muy lejos de lo que pudiera ser la esencia del fado.
Una fotos después, nos damos la vuelta y volvemos a la catedral para bajar a la Baixa a cenar. Pero en la Rúa da Conceição, esquina dos faqueiros nos metemos en un pequeño bar donde cenamos un menú barato y de la mejor calidad que hemos probado en Lisboa.
Sólo queda dar otro paseo por la Baixa que se convierte en una fiesta, gracias un africano que toca unos tambores con todo el ritmo que nadie se pueda imaginar. Hasta la niña bailó con él.
De nuevo en la plaza del Rossio decidimos aprovechar el bono que tenemos para volver al hotel y así probar el metro de Lisboa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.