La adaptación cuenta con un elemento muy importante que hace que destaque: la gran química entre los protagonistas. Vicky Luengo y Hovik Keuchkerian funcionan a la perfección como dúo de investigadores, dependen completamente el uno del otro y forman así una especie de familia, algo disfuncional, pero que hace que el espectador conecte con su dinámica. Ambos actores se han volcado al máximo en los papeles y encarnan a Antonia Scott y Jon Gutiérrez a la perfección. Eso puede resultar increíblemente complicado, incluso intimidante, cuando tienes delante a dos personajes que forman ya parte de la cultura popular en nuestro país. Pero, ambos dan vida a estas dos almas perdidas, que estaban destinadas a encontrarse y a hacerse compañía mutuamente.
Otro de los elementos a destacar en Reina Roja es el apartado visual. Tal vez, sea la primera vez que vemos unos efectos visuales tan bien diseñados para una serie de producción nacional. Además, se ha intentado utilizar la mayor cantidad posible de efectos prácticos para dar mayor veracidad a la historia. La imaginación de Antonia Scott no conoce límites y esta adaptación tampoco. Resulta impactante ver la cantidad de escenarios exteriores que se utilizan. Así, Madrid se convierte en un personaje más en la historia, tal y como Juan Gómez Jurado había ideado en su novela.
Sin embargo, en los momentos en los que Reina Roja se centra más en los elementos fantásticos de la misma, cuando entramos en la mente de Scott, el ritmo de la trama cae. El punto fuerte de la serie es el thriller y sería interesante que en futuras temporadas desarrollaran más esa parte. Los momentos de flashbacks no parecen estar bien cohesionados con el resto de la trama. Su montaje atropellado hace que resulte complicado seguir el hilo narrativo.
Otro de los elementos a destacar en Reina Roja es el apartado visual. Tal vez, sea la primera vez que vemos unos efectos visuales tan bien diseñados para una serie de producción nacional. Además, se ha intentado utilizar la mayor cantidad posible de efectos prácticos para dar mayor veracidad a la historia. La imaginación de Antonia Scott no conoce límites y esta adaptación tampoco. Resulta impactante ver la cantidad de escenarios exteriores que se utilizan. Así, Madrid se convierte en un personaje más en la historia, tal y como Juan Gómez Jurado había ideado en su novela.
Sin embargo, en los momentos en los que Reina Roja se centra más en los elementos fantásticos de la misma, cuando entramos en la mente de Scott, el ritmo de la trama cae. El punto fuerte de la serie es el thriller y sería interesante que en futuras temporadas desarrollaran más esa parte. Los momentos de flashbacks no parecen estar bien cohesionados con el resto de la trama. Su montaje atropellado hace que resulte complicado seguir el hilo narrativo.
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