El inicio es cómico y caótico: comienza el capítulo sonando a todo volumen la buenísima canción del grupo “Yes” “I've seen all good people” (que cuenta la importancia de mantener las relaciones sólidas y confiar los unos en los otros) en contraposición y a la vez, una multitudinaria y violenta pelea se produce. Entre el bullicio una diminuta mujer asustada con su pequeña hija trata de evitar que les zurren, y para escapar de allí, se ve obligada a utilizar un Taser y tumbar a unos cuantos…
Este acontecimiento es la base del argumento para que se inicien una serie de catastróficas desdichas y tramas, marcadas por su misterioso pasado, que tendrá que sufrir la protagonista.
La escena, muy cuidada estéticamente y magníficamente realizada, nos inicia en el argumento de la mano de Dorothy que es el personaje más intrigante de la serie. Esta frágil madre, en apariencia, a la que parece que los problemas le persiguen, nos va reflejando su realidad poco a poco según van apareciendo los diferentes personajes con los que se relaciona.
Uno es el de su suegra, Lorraine, una implacable empresaria sin escrúpulos, con un carácter de verdadera H. de P., tan inhumana que bien pudiera parecer una “reptiliana” ,y a la vez, es una atípica madre, suegra y abuela.
O el personaje con más peso en la historia, el malvado Sheriff Roy Tillman, con pinta de el hombre de Marlboro, contradictorio, peligroso, fuera del sistema desde dentro, ejemplo de cómo alguien amparado por la ley, se puede aprovechar de las instituciones haciendo su corralito particular y de cómo el crimen organizado infecta y afecta a la cultura y política norteamericana.
También tiene peso en la historia Ole Munch, un ferviente religioso, salido de lo sobrenatural, que es la encarnación de su justicia en la tierra. Tiene una presencia disruptiva: cada vez que sale la serie se transforma en género de terror. Tiene escenas muy originales en las que aprovechan ese tirón sobrenatural del personaje, para darles un tono psicodélico que parecen sacadas del mismísimo infierno.
Estos cuatro personajes son los que conforman el grueso de la trama y ayudan a crear un argumento complejo y muy congruente, al más puro estilo de thriller americano.
Los cuatro personajes secundarios, interpretados por: “Dave Foley”, “Ric ha Moorjani”, “Joe Keery" y “Lamorne Morris", participan menos minutos, pero aportan peso a la historia y la complementan. Aquí pasa al contrario que en otras series: los personajes secundarios, no son planos, tienen profundidad, aportan, ayudan a enriquecer la serie y están magníficamente interpretados.
El magnífico argumento, sin fisuras, que entrelaza las vidas de estas personas, donde hay partes de humor muy particular y escenas de acción a veces sangrientas, otras veces tensas, duras y oscuras con grandes dosis de masculinidad exaltada, polarización y postureo político con el famoso lema “Make American Great Again”.
Una vez más, Noah Hawley (Creador) acierta plenamente.
Todo estos ingredientes hacen una serie perfecta, y en cada uno de los 10 capítulos, te quedas pegado al asiento viéndolos de principio a fin. Recomendable verla encarecidamente.
Este acontecimiento es la base del argumento para que se inicien una serie de catastróficas desdichas y tramas, marcadas por su misterioso pasado, que tendrá que sufrir la protagonista.
La escena, muy cuidada estéticamente y magníficamente realizada, nos inicia en el argumento de la mano de Dorothy que es el personaje más intrigante de la serie. Esta frágil madre, en apariencia, a la que parece que los problemas le persiguen, nos va reflejando su realidad poco a poco según van apareciendo los diferentes personajes con los que se relaciona.
Uno es el de su suegra, Lorraine, una implacable empresaria sin escrúpulos, con un carácter de verdadera H. de P., tan inhumana que bien pudiera parecer una “reptiliana” ,y a la vez, es una atípica madre, suegra y abuela.
O el personaje con más peso en la historia, el malvado Sheriff Roy Tillman, con pinta de el hombre de Marlboro, contradictorio, peligroso, fuera del sistema desde dentro, ejemplo de cómo alguien amparado por la ley, se puede aprovechar de las instituciones haciendo su corralito particular y de cómo el crimen organizado infecta y afecta a la cultura y política norteamericana.
También tiene peso en la historia Ole Munch, un ferviente religioso, salido de lo sobrenatural, que es la encarnación de su justicia en la tierra. Tiene una presencia disruptiva: cada vez que sale la serie se transforma en género de terror. Tiene escenas muy originales en las que aprovechan ese tirón sobrenatural del personaje, para darles un tono psicodélico que parecen sacadas del mismísimo infierno.
Estos cuatro personajes son los que conforman el grueso de la trama y ayudan a crear un argumento complejo y muy congruente, al más puro estilo de thriller americano.
Los cuatro personajes secundarios, interpretados por: “Dave Foley”, “Ric ha Moorjani”, “Joe Keery" y “Lamorne Morris", participan menos minutos, pero aportan peso a la historia y la complementan. Aquí pasa al contrario que en otras series: los personajes secundarios, no son planos, tienen profundidad, aportan, ayudan a enriquecer la serie y están magníficamente interpretados.
El magnífico argumento, sin fisuras, que entrelaza las vidas de estas personas, donde hay partes de humor muy particular y escenas de acción a veces sangrientas, otras veces tensas, duras y oscuras con grandes dosis de masculinidad exaltada, polarización y postureo político con el famoso lema “Make American Great Again”.
Una vez más, Noah Hawley (Creador) acierta plenamente.
Todo estos ingredientes hacen una serie perfecta, y en cada uno de los 10 capítulos, te quedas pegado al asiento viéndolos de principio a fin. Recomendable verla encarecidamente.
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