Sin piedad. La codicia puede acabar con cualquiera. 1923, Montana. Sigue a la familia Dutton en su lucha por defender sus preciadas tierras durante la dura época de la Gran Depresión y la Ley Seca. Cuando la codicia y la violencia se adueñan de todo, hay que estar dispuesto a llegar hasta el final.
1923 es una serie inesperada, emocionante y emotiva a partes iguales, detalle al que nos tiene acostumbrados su creador Taylor Sheridan, ya que en Yellowstone también hay momentos para reír, llorar o enfadarse.
Tiene una ambientación impresionante, tanto la de Montana en los años veinte, como la de África. Me parece completamente natural que parte de la acción transcurra en este continente puesto que en esas décadas fueron muy famosos los viajes a ese lugar, con todo su encanto y todos sus peligros. Época inigualable de descubrimientos y de aventuras.
Helen Mirren (La Deuda), Timothy Dalton (Penny Dreadful), Brandon Sklenar (Midway; Vice) y Julia Schlaepfer (American Horror Stories: Las lecheras) sobresalen entre tantos protagonistas. Y aun no siendo muy fan de Harrison Ford, Sheridan logra que no me aburra con él, no siendo, ni por asomo, un Dutton como Costner.
No le sobra ningún episodio ya que es la manera de introducir una época complicada, en la que se juntaron demasiadas cosas. La Gran Depresión, nuevos inventos que iban a mejorar la vida de toda la población en todo el mundo o muchos descubrimientos en el continente africano.
Es una maravilla que no tenía intención de ver, entre otras cosas porque Ford me suele dar pereza, a pesar de que elige películas cuyos temas me apasionan y porque no podía imaginar que sería tan emocionante como Yellowstone.
Hay algo equivocado en que Yellowstone es un «simple western» ya que quien haya visto con atención cada temporada se habrá dado cuenta de que es como una gran telenovela, con ganado de por medio, luchas de poder, amores posibles e imposibles y mucho, mucho drama, por lo que era de esperar que las precuelas siguieran el mismo tono narrativo.
Cada episodio se sucede de manera ágil, con soltura, acercándonos cada minuto al desenlace.
La banda sonora es impecable, al igual que lo es en Yellowstone, compuesta por Brian Tyler y Breton Vivian en ambos casos.
La fotografía, sobre todo la de África, es realmente espectacular.
1923 es una historia potente, llena de matices y con la que en cada capítulo sentirás todas las emociones posibles.
Tiene una ambientación impresionante, tanto la de Montana en los años veinte, como la de África. Me parece completamente natural que parte de la acción transcurra en este continente puesto que en esas décadas fueron muy famosos los viajes a ese lugar, con todo su encanto y todos sus peligros. Época inigualable de descubrimientos y de aventuras.
Helen Mirren (La Deuda), Timothy Dalton (Penny Dreadful), Brandon Sklenar (Midway; Vice) y Julia Schlaepfer (American Horror Stories: Las lecheras) sobresalen entre tantos protagonistas. Y aun no siendo muy fan de Harrison Ford, Sheridan logra que no me aburra con él, no siendo, ni por asomo, un Dutton como Costner.
No le sobra ningún episodio ya que es la manera de introducir una época complicada, en la que se juntaron demasiadas cosas. La Gran Depresión, nuevos inventos que iban a mejorar la vida de toda la población en todo el mundo o muchos descubrimientos en el continente africano.
Es una maravilla que no tenía intención de ver, entre otras cosas porque Ford me suele dar pereza, a pesar de que elige películas cuyos temas me apasionan y porque no podía imaginar que sería tan emocionante como Yellowstone.
Hay algo equivocado en que Yellowstone es un «simple western» ya que quien haya visto con atención cada temporada se habrá dado cuenta de que es como una gran telenovela, con ganado de por medio, luchas de poder, amores posibles e imposibles y mucho, mucho drama, por lo que era de esperar que las precuelas siguieran el mismo tono narrativo.
Cada episodio se sucede de manera ágil, con soltura, acercándonos cada minuto al desenlace.
La banda sonora es impecable, al igual que lo es en Yellowstone, compuesta por Brian Tyler y Breton Vivian en ambos casos.
La fotografía, sobre todo la de África, es realmente espectacular.
1923 es una historia potente, llena de matices y con la que en cada capítulo sentirás todas las emociones posibles.
Todas las tramas son buenas, todo lo relacionado con el Yellowstone y lo de África con Steven y Alex, pero lo de Teona no me convence, todo lo relacionado con los indios y los curas y monjas (católicos o eso es lo que parece a simple vista) porque huele a leyenda negra que tira para atrás y ha sabemos que los anglosajones siempre intentaran dejar mal a todo lo que huela a España y eso incluye la evangélizacion de los pueblos nativos del continente americano, pero estamos en 1923 y Montana jamás perteneció al Imperio español por lo que no comprendo que necesidad hay de mostrar la crueldad de los curas y monjas para con los nativos americanos, porque recordemos que quien los diezmo no fueron los españoles, fueron los británicos primero en las trece colonias y después los estadounidenses (en Montana exclusivamente sólo ellos).
Entiendo que haya que contar alguna trama relacionada con los nativos americanos, pero no hay una relación directa con la trama del yellowstone en esta temporada, por eso la veo algo colgada e incluso me atrevería a decir que es hasta forzada por las cuestiones que he mencionado en el párrafo de arriba.
Entiendo que haya que contar alguna trama relacionada con los nativos americanos, pero no hay una relación directa con la trama del yellowstone en esta temporada, por eso la veo algo colgada e incluso me atrevería a decir que es hasta forzada por las cuestiones que he mencionado en el párrafo de arriba.
Muy recomendable.
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