Para su adaptación de la segunda parte del díptico sobre la obra inmortal de Alexandre Dumas, "Los tres mosqueteros", Bourboulon y sus guionistas, Matthieu Delaporte y Alexandre de La Patellière, deciden abandonar incomprensiblemente el relato original, para narrarnos una absorbente y entretenida historia de aventuras de capa y espada, ambientada en el sitio de La Rochelle, durante la guerra de los Treinta Años, muy bien filmada con el mismo tono realista de su primera parte, pero alejada notablemente del texto original.
Esta decisión que resta puntos a la valoración final de la cinta, equiparándola a otras empresas similares de la cinematografía internacional, como las de Lester, Borderie, Hyams o, la más reciente de Paul W. S. Anderson, se ve compensada por las soberbias interpretaciones de Eva Green, que compone una perfecta y matizada Milady de Winter, tanto en sus escenas de seducción como en las de lucha a espada, y de Vincent Cassel, interpretando al torturado Athos, que atraen la atención del espectador en todas las escenas en las que intervienen.
Destaca también en el reparto la espléndida pareja protagonista, un aguerrido François Civil y la encantadora Lyna Koudry en el papel de la dulce y abnegada Constance, o la pareja real, unos convincentes Louis Garret y Vicky Krieps, que en esta parte quedan limitados a apariciones esporádicas que impiden que brillen como en la primera parte.
De primeras, la cinta arranca con un breve resumen de la anterior, supongo que para recordar al espectador cómo quedaron las tramas abiertas y dónde se sitúan nuestro cuarteto protagonista, y directamente pasa a introducirnos de lleno en la nueva trama -que continúa en el mismo punto exacto donde cierra la otra entrega- con una secuencia de pelea y huida francamente bien rodada. Desde luego a esta cinta no se le puede decir que haya perdido ni un ápice de las características que hicieron de la anterior la buenísima película que es.
En algunas partes es casi como si fuese un “reteling” de la misma historia, manteniendo los nombres de los personajes, pero ocurriendo hechos muy distintos. Creo que es importante avisar de esto para luego evitar decepciones. La decisión de Bourboulon de volar en solitario es cuestionable, la verdad. Más que nada porque la cinta se llama cómo se llama y no entiendo la necesidad que hay de adaptar algo para luego cambiarlo a voluntad según conveniencia.
En cualquier caso, y volviendo a la cinta y a lo meramente cinematográfico, y ya asumido que como adaptación va a ser deficiente, la película se debe decir que sigue funcionando a la perfección en sus términos visuales y narrativos. Volvemos a tener esos planos secuencia -muy bien trucados digitalmente- tan marca de la casa y que le dan a las escena de batalla un plus enorme a la hora de meternos de lleno en ellas y hacernos bajar al barro. Los personajes siguen teniendo ese carisma tan particular que hace que puedas reír con ellos y, poco después, emocionarte con ellos. Y, especialmente, lo que la cinta mantiene es a una Eva Green que, con poco, le da para comerse la pantalla y al resto del reparto. Milady de Winter siempre ha sido un personaje tremendamente atractivo y Green, aún con los cambios que sufre en esta nueva “adaptación", consigue imprimirle una personalidad arrolladora que facilita mucho que te acerques mucho a un personaje que tiene tantos claroscuros y grises morales.
Las tramas de intriga, traiciones y misterio están bien escritas, a pesar de seguir alejadas en su mayoría de la novela, y creo que funcionarán francamente bien para los no lectores. Los lectores dependerá de con cuanta filosofía y paciencia se tomen todo esto.
En definitiva, y si nos centramos en hablar de esta cinta como película y no como adaptación, creo que estamos ante un largometraje claramente funcional, con cotas de buen cine y un reparto que defiende a capa y espada -nunca mejor dicho- a sus personajes. Creo, eso sí, que esa tendencia que detecto de intentar sacar una franquicia de aquí empieza a ser cuestionable. Pero, desde luego, si me dan más películas como esta, que sean entretenidas, divertidas y muy frenéticas, tendré que comprar el resultado a pesar de no estar de acuerdo con lo que se está haciendo con la obra de Dumas. Recomendable.
Esta decisión que resta puntos a la valoración final de la cinta, equiparándola a otras empresas similares de la cinematografía internacional, como las de Lester, Borderie, Hyams o, la más reciente de Paul W. S. Anderson, se ve compensada por las soberbias interpretaciones de Eva Green, que compone una perfecta y matizada Milady de Winter, tanto en sus escenas de seducción como en las de lucha a espada, y de Vincent Cassel, interpretando al torturado Athos, que atraen la atención del espectador en todas las escenas en las que intervienen.
Destaca también en el reparto la espléndida pareja protagonista, un aguerrido François Civil y la encantadora Lyna Koudry en el papel de la dulce y abnegada Constance, o la pareja real, unos convincentes Louis Garret y Vicky Krieps, que en esta parte quedan limitados a apariciones esporádicas que impiden que brillen como en la primera parte.
De primeras, la cinta arranca con un breve resumen de la anterior, supongo que para recordar al espectador cómo quedaron las tramas abiertas y dónde se sitúan nuestro cuarteto protagonista, y directamente pasa a introducirnos de lleno en la nueva trama -que continúa en el mismo punto exacto donde cierra la otra entrega- con una secuencia de pelea y huida francamente bien rodada. Desde luego a esta cinta no se le puede decir que haya perdido ni un ápice de las características que hicieron de la anterior la buenísima película que es.
En algunas partes es casi como si fuese un “reteling” de la misma historia, manteniendo los nombres de los personajes, pero ocurriendo hechos muy distintos. Creo que es importante avisar de esto para luego evitar decepciones. La decisión de Bourboulon de volar en solitario es cuestionable, la verdad. Más que nada porque la cinta se llama cómo se llama y no entiendo la necesidad que hay de adaptar algo para luego cambiarlo a voluntad según conveniencia.
En cualquier caso, y volviendo a la cinta y a lo meramente cinematográfico, y ya asumido que como adaptación va a ser deficiente, la película se debe decir que sigue funcionando a la perfección en sus términos visuales y narrativos. Volvemos a tener esos planos secuencia -muy bien trucados digitalmente- tan marca de la casa y que le dan a las escena de batalla un plus enorme a la hora de meternos de lleno en ellas y hacernos bajar al barro. Los personajes siguen teniendo ese carisma tan particular que hace que puedas reír con ellos y, poco después, emocionarte con ellos. Y, especialmente, lo que la cinta mantiene es a una Eva Green que, con poco, le da para comerse la pantalla y al resto del reparto. Milady de Winter siempre ha sido un personaje tremendamente atractivo y Green, aún con los cambios que sufre en esta nueva “adaptación", consigue imprimirle una personalidad arrolladora que facilita mucho que te acerques mucho a un personaje que tiene tantos claroscuros y grises morales.
Las tramas de intriga, traiciones y misterio están bien escritas, a pesar de seguir alejadas en su mayoría de la novela, y creo que funcionarán francamente bien para los no lectores. Los lectores dependerá de con cuanta filosofía y paciencia se tomen todo esto.
En definitiva, y si nos centramos en hablar de esta cinta como película y no como adaptación, creo que estamos ante un largometraje claramente funcional, con cotas de buen cine y un reparto que defiende a capa y espada -nunca mejor dicho- a sus personajes. Creo, eso sí, que esa tendencia que detecto de intentar sacar una franquicia de aquí empieza a ser cuestionable. Pero, desde luego, si me dan más películas como esta, que sean entretenidas, divertidas y muy frenéticas, tendré que comprar el resultado a pesar de no estar de acuerdo con lo que se está haciendo con la obra de Dumas. Recomendable.
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