En siete minutos y veinte segundos no da tiempo para sentir mucho. Pero sí que el cuerpo orbita, el mundo se ve distinto y la gravedad es otra. El Maglev de Shanghai, a 431 kilómetros por hora, es una máquina del tiempo.
En realidad es un metro, o un tren de cercanias que se ha construido para hacer más rápido el trayecto al aeropuerto. Pero eso sí, es el único del mundo que levita dentro de un campo magnético.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.