viernes, 25 de octubre de 2024

Películas del otoño 2024 "El último viaje del Demeter"

Basado en un solo capítulo, el Captain's Log, de la clásica novela Drácula de 1897 de Bram Stoker, la historia se desarrolla a bordo de la goleta rusa Demeter, que fue fletada para transportar carga privada (veinticuatro cajas de madera sin marcar) desde Carpatia a Londres. La historia narra los extraños eventos que acontecieron a la tripulación condenada mientras intentan sobrevivir al viaje por el océano, acechados cada noche por una aterradora presencia a bordo del barco. Cuando finalmente llegó cerca del puerto de Whitby, estaba totalmente derruida. No había rastro de la tripulación.

La estructura de la película es circular: arranca mostrando la llegada de la desvencijada goleta sin supervivientes y a partir de ese momento se relata la historia yendo seis semanas atrás en el tiempo y hasta volver a retomar el punto de partida.

La goleta rusa Demeter se dispone a ser fletada con una carga privada desconocida, que incluye un buen número de contenedores que deben viajar desde Carpatia a Londres en tiempo récord. 

Pronto, la tripulación comienza a sufrir toda clase de perturbaciones comenzando con la aparición de una mujer en estado crítico y con la muerte violenta de todo el ganado después.

El navío parece condenado, tal y como hace constar en el diario de abordo el capitán Eliot, que tiene a su cargo a su nieto. Mientras intentan sobrevivir al viaje por el océano, son acechados cada noche por una aterradora presencia que les va dando caza. Cuando finalmente el Demeter llaga al puerto de Whitby, no queda rastro alguno de la tripulación.

El último viaje del Demeter es una película demasiado larga para la historia que quiere contar: 118 minutos de metraje que no siempre están justificados y que le quitan ritmo a pasajes que deberían ser más ágiles y contar con un montaje más eficiente y aterrador. Y es que la cinta no logra dar miedo, aunque sí cause impacto por la crudeza de algunas secuencias.

Pero también hay que reconocerle el mérito a la propuesta: es una película "de monstruo" que no tiene problemas en mostrarlo en varias ocasiones, siempre de noche y con condiciones de luz muy apuradas, abundando en los tópicos góticos de los que dimana y de la propia naturaleza de los vampiros, a los que no les puede tocar la luz del sol.

En el lado de los aspectos positivos, la presencia de Liam Cunnigham (surcando de nuevo los mares, lo que nos lleva a recordar a su personaje Davos Seaworth en Juego de tronos, menudo acierto de casting) y David Dastmalchian. En el de los negativos, tenemos a un Corey Hawkins como protagonista que no iguala el carisma de sus compañeros de reparto.

El último viaje del Demeter merecería haber llegado a los cines: se vale de un diseño muy clásico del vampiro, que nos retrotrae a Nosferatu y lanza algunos de los temas esenciales vinculados a su presencia fantasmagórica: la insidiosa presencia al comienzo solo sospechada, las supersticiones, el miedo a la rabia y a la ciencia en sí, el racismo y la concepción de Drácula como mal absoluto.

Pero también cuida los tropos vampíricos: la presencia de arena en los contenedores dado que Drácula la necesita para poder descansar durante el día, que el sol prende la piel de los vampiros en llamas o los muertos vivientes en que se convierten las víctimas tras ser mordidas por el Príncipe de las Tinieblas, una abominación que reta la lógica y el orden natural.

En suma, sin ser una película redonda, El último viaje del Demeter nos ofrece una suerte de Alien a bordo de un navío claustrofóbico y repleto de recovecos escabrosos. En mar abierto, nadie puede oír tus gritos.

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