Segundo libro de la serie. Mucho menos entretenido que el primero. Hay menos acción. Se centra mucho en los pensamientos de Paul Atreides ya como soberano absoluto del Universo. En su prescencia (capacidad de adivinar las infinitas posibilidades que depara el futuro) y sobre todo en la polítkca del kmperio que ha creado.
Ya no nos tiene que enseñar el olaneta de Arrakis. Ya lo conocemos y se da por hecho que está onnipresente. Por lo tanto tenemos intrigas palaciegas de todo tipo y, sobre todo, una conspiración para derrocar al emperador.
No es muy bueno, pero te permite seguir con ese mundo maravilloso que crea en la primera novela.
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