Comunidad de vecinos

En los últimos meses un vecino ha dejado de pagar la cuota de la comunidad de vecinos. Todos los vecinos nos hemos enterado que ha tenido problemas con su trabajo, familia, ...
En la reunión de vecinos el Administrador nos ha dicho que el vecino le ha comunicado que no puede pagar lo que debe y tenemos que darle un tiempo. Además nos comunica que tenemos que seguir dejándole dinero, puesto que piensa seguir utilizando la calefacción y el agua caliente entre otras cosas. La consecuencia, para conseguir el dinero hay que subir la cuota al resto de los vecinos un 7%. El comentario general es que habrá que apretarse el cinturón y esperar.
Los meses siguientes hemos visto como los vecinos dejamos de bajar al bar a tomar el vermut los domingos, puesto que la subida nos limita nuestro poder adquisitivo. Sin embargo, el vecino que no paga se ha convertido en el mejor cliente del bar, puesto que sigue bajando todos los domingos sin falta.
Según pasa el tiempo empezamos a notar que las facturas bajan, puesto que, ante las altas cuotas, todos los vecinos empiezan a poner menos la calefacción, gastar menos agua caliente, etc. De nuevo nos encontramos que el vecino deudor no disminuye su consumo.
Unos meses mas tarde nos encontramos con que la comunidad necesitaba mas dinero y, por supuesto, se nos pide una derrama, que tendremos que asumir el resto de vecinos. Encima la mujer del vecino deudor aparece para decirnos que su marido llevaba mal la economia y que tenemos que perdonarle parte de la deuda porque ahora la lleva ella y las cosas van a ser diferentes.
Al final las conversaciones giraron sobre si era mejor seguir ayudando al vecino y asumir que, mientras tanto, nuestras familias vivieran peor; o por contra liarse la manta a la cabeza, asumir el dinero como perdido, y desligarse del vecino.
Tras la primera discusión corta de la historia de la comunidad todos los vecinos deciden cortar los suministros al vecino deudor y a cambio perdonarle la deuda. Todos asumen que seguirán pagando cosas del portal que usara el vecino, pero por lo menos se conseguirá que las cuotas vuelvan al valor original sin el 7% de la carga del vecino. Por unanimidad se acuerda que todos asumimos como perdido el dinero que se le ha ido dejando y partimos de cero, pero sin el.