Sentarse arriba para ver mejor los buttes, mesetas y montañas del desierto alto. Entre Sandí Pueblo y Bernalillo, disfrutar de las inolvidables vistas de la sierra de Sandía. Atisbar el bosque de álamos mientras el tren sigue el curso del río Grande. Asomarse a ver las ruinas de los históricos edificios de adobe de San Felipe Pueblo. Atravesar Kewa Pueblo para serpentear por Cerrillos Hills, donde los nativos empezaron a extraer turquesas.
Una vez llegados a Santa Fé acaba el desierto y empiezan las rocosas. Otro cambio más.
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