Tras salir de Bilbao y ver un paisaje de grúas llegamos a santander viendo un paisaje de roca increíble. De alli a Cabezón de la Sal, Llanes y Rivadesella. El tramo final son las fisuras de los acantilados de Castro Arenas, una roca caloza de bufaderos. Es momento de ver los Picos de Europa en un trozo de ví más agreste si cabe.
Infiesto, Oviedo, Cadavedo, Ribadeo, Ortigueira y Ferrol. Poco antes de llegar podemos bajarnos en Loiba y pasear por el bosque de eucaliptos hasta los espectaculares acantilados de Praia do Picón.
Algo curioso de esta línea es ver cómo se detiene en andenes de piedra en medio de praderas o en estaciones de color amarillo desvaído con mapas de azulejos agrietados o en andenes diminjtos aparentemente en mitad de ninguna parte. Todo ello para recorrer todos aquellos pueblos de la España vaciada que siguen utilizando este tren para ir a las ciudades.
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