El viaje hasta Madrid lo hacemos con calma. Cogemos la carretera en vez de la autopista, pero no encontramos dónde comer porque en un sitio no hay nada y en el otro está todo lleno. Terminamos en el El Escorial. Comemos bien unas alcachofas y una carne guisada exquisitos. La hamburguesa de Aitana tenía muy buena pinta. Damos una vuelta y vemos un poco del monasterio, pero se nos pone a llover y nos vamos al Valle de los Caídos (no entramos porque cobran). Así que pasamos la tarde en el outlet de Las Rozas.
Al llegar a Madrid vueltas y más vueltas para llegar a Atocha. La culpa el festival del "Orgullo". Un desmadre de vergúenza ajena.
Recogemos a Elena, que está un poco más gorda y más guapa. Que gozada volver a verla.
Nos vamos al hostal en Paracuellos del Jarama y coincide frente al cementerio del recuerdo de las matanzas. Cenamos en un restaurante hasta reventar. Oreja, brochetas, croquetas y picaña. Espléndido.
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