Desde Ulán Udé se dirige a la frontera en Naushi/Sükhbaatar y atraviesa los inmensos espacios abiertos de Mongolia. Pararse en Ulán Bator permite conocer la vida del gran desconocido de los tres países que se atraviesan.
De nuevo en la frontera, la ciudad china de Erlian (una versión de Las Vegas en miniatura) abre paso a la Gran Muralla y al paraje montañoso de cañones e inmensas rocas que conduce al corazón de Beijing y a su cavernosa estación. Todo en la ciudad antigua y muy próximo a la Ciudad Prohibida, el mayor complejo palaciego del mundo.
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