Dos días pintando han servido para pintar de blanco y cerveza las paredes del patio y del guariche. Ha sido bastante cansado porque, al tener cal, he tenido que pintar con brocha. Pintar con rodillo levantaba toda la cal y no dejaba nada de color.
Lo bueno es que al final parece un chocó guapo o un apartamento al fondo del patio. Hemos mejorado mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.