Una historia costumbrista, con multitud de personajes y de historias que parecen no tener nada que ver, pero que al final se entrecruzan de manera sorprendente.
El viento del estrecho, el embrujo de las calles de Tarifa, el ambiente de fin del mundo que alienta las historias de perdedores que huyen al fin de un mundo que termina allí y la melancolía que brilla en cada página. Todo esto y mucho más me sugieren estas historias. Quizá estoy influenciado por mis impresiones personales sobre Tarifa. Esa ciudad que siempre me ha fascinado por ese embrujo del fin de todo y por el ambiente de surferos que pudieran parecer perro flautas.
En fin, una lectura perfecta para estos días de callr en verano.
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