Domingo en Braganza 1

Día de la madre. Íbamos a ir a Portugal, pero cuando nos estábamos vistiendo recordamos que llegaban unas flores de las niñas. Así que nos quedamos en casa y aprovechamos para cambiar parte de la ropa de verano invierno. De paso, le dimos, Aitana y yo, los regalos a Tere. Y encima nos dió tiempo a estudiar para el examen de lengua. Al final las flores llegaron a las 12 y media, así que nos arreglamos y nos fuimos. 

Al salir de la autopista cogemos la carretera de Zamora a Puebla de Sanabria bordeando el pantano. Algunos puentes son de otra época. Los bares de cruce, los sitios de baño, una España que ya no existe. Pero lo bueno empieza al coger el desvío hacia la Sierra de la Culebra. Una carretera con largas rectas, ondulaciones subiendo y bajando y rodeada de frondosos bosques. En alguna recta infinita los postes antiguos de la luz siguen el camino con nosotros. ¡Puro oeste americano! 

Al llegar a Alcañices nos dirigimos dirección Portugal. Por cierto, en la frontera cogemos una maravillosa autopista. 

Braganza nos sorprende. Una ciudad grande, moderna y llena de comercio. Subimos al castillo y aparcamos en la puerta. De allí bajamos por las callejas empredradas y con escaleras hasta el centro. Estaba lleno de gente viendo la Feria de artesanía y nos es imposible comer, pero compramos unos pastelillos para la niña. Vemos dos iglesias muy bonitas y volvemos al castillo. Sigue siendo pronto así que nos animamos y subimos el coche al patio de armas. Subimos a las murallas, vemos el antiguo Ayuntamiento y comemos nuestros bocadillos. Todo perfecto. 

Al bajar recorremos la ciudad de nuevo y buscamos el MacDonald. La gente ha cambiado, ahora las terrazas de los bares están llenos, hay más gente en la calle que antes. Es evidente que Portugal ha evolucionado más. 

McDonald's es exactamente igual que cualquier otro, así que la niña come lo mismo que en León. 

La salida de la ciudad es igual que la de cualquier ciudad en cualquier país, concesionarios de automóviles, naves industriales y empresas. El mundo cada vez es más uniforme.