De camino a Pamplona paramos en Vitoria a ver a Elena. Está trabajando y es increíble el ritmo. Apenas podemos ni hablar. Seguimos a Pamplona y nos lo tomamos con calma en el hotel.
El tratamiento se alarga un poco porque pedimos hablar con la radióloga sobre lo que pasará después. De esta manera la quimioterapia empieza ya después de comer. Así que comemos en el restaurante de enfrente, Pero no en el de siempre, probamos el otro. La sesión la vuelve a hacer con hielo en los pies, a ver si así no tiene efectos secundarios. Pero aún así todo sale bien y volvemos a buscar a Aitana de día. Llegamos a León ya de noche, pero no muy tarde.
Fin de esta fase, ¡Bravo!
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