Muy tierna, desde la dueña del terreno, la relación con el niño, el reconocido arqueólogo que se aprovecha del trabajo de los demás y el tierno final. Sólo hay un problema. Las personas se manifiestan cohibidas, nunca llegan a profundizar en sus relaciones personales. Quizá sea un reflejo de la época, pero queda un poco descafeinado.
En cualquier caso esmociona, que no es poco.
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