Trata sobre un cirujano con un pasado turbulento y una poderosa adicción al láudano que se embarca en una expedición ballenera destinada al fracaso y la muerte. Sin embargo, me parece sencillo argumentar que este médico atormentado no es el protagonista. Seguro que si contamos los minutos en pantalla ganaría él y vemos la historia desde su perspectiva, el hombre relativamente civilizado huyendo de la civilización que casi le destruye. Es fácil para el espectador entender a este personaje, porque nosotros somos todos civilizados, fieles seguidores de las normas sociales impuestas sobre nosotros y por nosotros sobre otros. Pero él no es el protagonista.
Frente a este reflexivo y urbanita doctor, tenemos a Henry Drax. Drax es la barbarie, el salvajismo, la violencia sin sentido encarnada. Alli donde Sumner hay reflexión, en Drax hay acción. Allí donde debería haber raciocinio, hay brutalidad. Es esta voluntad primigenia la que mueve el argumento de la serie. Esta es la serie de Henry Drax, los demás personajes son solo invitados..
Las dos principales inspiraciones de la serie son The Terror, la serie de la misma cadena y que también aprovecho para recomendar, por la temática, y su estética y ambientación, y Blood Meridian por supuesto. La falta de moralidad y escrupulos en Henry Drax es similar a la del juez Holden, pero es una versión más simple y primaria. Drax nunca llega a los excesos casi sobrenaturales de Holden, pero al igual que con el demoniaco asesino imaginado por Cormac McCarthy, Drax acompaña su sadismo de una especie de lógica propia, una ciencia de la violencia, una filosofía del mal. En este caso basada en la supervivencia como legitimador supremo.
Frente a este reflexivo y urbanita doctor, tenemos a Henry Drax. Drax es la barbarie, el salvajismo, la violencia sin sentido encarnada. Alli donde Sumner hay reflexión, en Drax hay acción. Allí donde debería haber raciocinio, hay brutalidad. Es esta voluntad primigenia la que mueve el argumento de la serie. Esta es la serie de Henry Drax, los demás personajes son solo invitados..
Las dos principales inspiraciones de la serie son The Terror, la serie de la misma cadena y que también aprovecho para recomendar, por la temática, y su estética y ambientación, y Blood Meridian por supuesto. La falta de moralidad y escrupulos en Henry Drax es similar a la del juez Holden, pero es una versión más simple y primaria. Drax nunca llega a los excesos casi sobrenaturales de Holden, pero al igual que con el demoniaco asesino imaginado por Cormac McCarthy, Drax acompaña su sadismo de una especie de lógica propia, una ciencia de la violencia, una filosofía del mal. En este caso basada en la supervivencia como legitimador supremo.
Es una serie lenta, psicológica y reflexiva, pero ahí se acaban los defectos para mí. La parte sobrenatural, quizás lo más flojo de The Terror, aquí es como todo lo demás: comedido, insinuado. Todo lo demás excepto Henry Drax se entiende, Colin Farrell hace un papelón de los que marcan una carrera.
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