La salida es a codazos en la frenética estación oeste de Beijing, después la salida por barrios de rascacielos, el paisaje árido de picos polvorientos en el camino a Lanzhou, la subida al puerto de Tanggula de 5000m a la sombra de montañas nevadas, los azules y verdes iridiscentes del lago Namtso y, por fin, vislumbrar el magnífico palacio de Potala al entrar en Lhasa.
Cien mil ingenieros y obreros, con la ayuda de botellas de oxígeno, tardaron cuatro años en terminar las obras de los 1142 km desde Golmud a Lhasa. Las dificultades de la altura y el permafrost inestable llevaron al impresionante coste de 4200 millones de USD.
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