Desde la desgastada elegancia de la estación de Belgrado, inagurada en 1884 y que fue parada importante del Orient Express, pasando por la estación de Topçider, viendo las cocheras donde se guarda el famoso "tren azul" del mariscal Tito, viendo el ocaso de los Alpes Dináricos mientras se cruza el viaducto de Mala Rineja (uno de los más altos del mundo), cruzando el lago más grande de los Balcanes - el antiquísimo Skadar, de origen tectónico- que se extiende por la frontera entre Montenegro y Albania y disfrutando del fin de trayecto en Bar, donde vive uno de los olivos más antiguos del mundo (más de 2000 años) junto a la costa adriática de Montenegro.
Un tren que se construyó para dar servicio a un país,Yugoslavia. Hoy en día cruza tres fronteras, Serbia, Montenegro y Bosnia-Herzegovina.
"Espectacular"
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