El martes no hemos salido por la mañana, pero por la tarde, ¡Caballo! La niña se lo pasa en grande, lo disfruta como una campeona.
El miércoles comemos pronto y nos vamos al pantano de Casares. La niña vuelve a bañarse mojando los pies y le encanta. Este pantano es más de montaña y nos vemos rodeados por una cimas enormes que rodean el circo donde está el pantano. El agua está cristalina sobre un lecho de piedras redondeadas de muchos años. En algunos sitios salen entre ellas las algas lo que da idea de la limpieza de las mismas. Idílico. Terminamos cruzando el pequeño puerto que condice al túnel que atraviesa hasta el valle de Luna. Otro pantano, éste mucho más grande que disfrutamos desde elmcocje porque se hacía tarde. Al.volver paramos en la ermita a comer el bocadillo y a jugar al balón. Día completo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.