En un viernes primaveral recogemos a la niña en el colegio y nos vamos al parque de Alija donde jugamos al ping pong, a los columpios y al balón. La verdad es que es un parque muy completo porque además hay pista de pádel, verde, mesas y sillas y circuito de ejercicios para personas mayores. Encima el río, que baja con mucha agua, creaba un susurro muy agradable.
El sábado nos vamos a Canalejas y estamos un rato con los tíos y los abuelos. Paseando por las eras Alfonso desaparece con la niña en el bosque y le hace magia para hacer aparecer una bolsa de chuches. Diversión asegurada. Después comemos en una pradera al sol maravillosa en la entrada de Llamas de Rueda. Decidimos subir de nuevo a Rueda del Almirante y que la niña juegue en unos columpios muy originales que hay allí. Por casualidad conocemos a un Guardia Civil jubilado que estuvo en Almanza y que conoce a todo el mundo. Para terminar la tarde volvemos por la ribera del Poema, pero todos los pueblos estaban llenos de gente y. O podemos parar. Terminamos en el parque Europa jugando al ping pong (Aitana está encantada y quiere jugar todo el día).
El domingo emos la misa de las diez y volvemos al parque de Alija, la verdad es que la niña lo disfruta a lo grande. Después de los partidos de ping pong volvemos a casa a comer. De tarde otra vez al campo. Esta vez vamos a Todanos, pero el parque está lleno de niños y continuamos hasta Villarreal donde jugamos de nuevo al ping pong, al balón y con unos niños. Al volver a casa nos encontramos un circuito de Lara y vemos una carrera. La niña disfruta tanto que quiere montar. ¡Un plan para otro día!
En definitiva, un fin de semana de campo bien aprovechado.
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