Novela negra nórdica. En este caso no es sueca, es Noruega.
El planteamiento de cada capítulo es contar en primera persona los acontecimientos desde el punto de vista de un personaje. De esta manera la acción avanza despacio, pero a cambio sabemos lo que piensan, lo que intuyen y lo que temen cada uno. Es original y le aporta un toque de distinción innegable a la obra.
En cuanto al argumento en sí estamos ante unos asesinatos de padres maltratadores para los que van surgiendo diferentes sospechosos. Sin embargo el plateamiento en primera persona hace que a mitad de novela sepamos quien es el asesino. De esta manera la última parte se centra en descubrir las motivaciones. Se ven venir, pero aún así se deja leer bastante bien. El finales inesperado, aunque es previsible. Lo que es inesperado es que termine de una manera que siempre parece que no puede ocurrir, pero ocurre.
Por último resaltar que estamos ante un nuevo valor en la novela negra escandinava. Un nuevo valor, por cierto, femenino.
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