Es curioso cómo evoluciona con la edad. Ya no vamos al parque, pero sin embargo es más sociable que nunca. Ahora está todo el día con el móvil y los Juegos y quedando a través de Internet con sus amigos.
La casa del pueblo está bien. Tere se dedica a podar las flores mientras yo corto la hierba. Todo bien.
A la vuelta vamos a comer al bosque de los enanitos. El Paseo es corto, pero aún así Tere llega cansada al bosque y se tiene que sentar. La niña y yo sí que damos una vuelta por los árboles y lo disfrutamos.
Volvemos a León y paramos en Mansilla. Precioso pueblo, lástima el ambiente que se ha creado.
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