La historia es sencilla, se hace una expedición a Júpiter para averiguar qué pasó con la nave original. Estamos en plena guerra Fría y la batalla tecnológica la gana la URSS que es la que consigue enviar una nave primero. En ella van tres colaboradores estadounidenses que hacen que se complique el problema con los intereses políticos entre ambas potencias.
Todo lo anterior hace que la película sea más de acción que su predecesora. Además busca ser más de explicaciones que de preguntas. Si nos olvidamos de la primera estamos ante una buena cinta. El mayor problema es entender la situación que había cuando se rodó, lo cual nos da las claves de la historia.
Un buen entretenimiento.
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