Un libro de un periodista. Y esto se nota en todo la obra. Nos encontramos ante una sucesión de pequeñas historias cotidianas en las que es periodista nos detalla sus experiencias en diferentes países de África. Ninguna tiene nada que ver con la otra. Incluso ocurren durante diferentes viajes y muy diferentes espacios de tiempo.
Es otra forma de ver la realidad cotidiana en África. Sin embargo, adolece de profundidad. En demasiadas ocasiones cada capítulo se queda en la anécdota sin que se nos cuente nada más del entorno y de la situación del país en ese momento. Es cierto que el autor juega con lo que ya todos sabemos sobre el continente. Pero también es cierto que si se escribe se debe, al menos, intentar poner en situación lo que se detalla.
Me queda con la sensación de que el autor se limita a contarnos situaciones ocurridas en el desarrollo de cada viaje reservando el fondo del viaje para otros trabajos o escritos. La impresión que me queda es que estamos ante un libro de saldo, aprovechando restos no contados en la situación general de los viajes.
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